Zapatero y Rajoy esperan el fin de ETA y difieren ante la carta de los presos

Madrid, 26 sep.- El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el líder del PP, Mariano Rajoy, se han referido hoy al comunicado de los presos de ETA de apoyo al Acuerdo de Gernika, y aunque han dejado claro que de la banda sólo esperan su disolución, han discrepado a la hora de valorar ese anuncio.

Así, mientras Zapatero ha reconocido que la adhesión de los reclusos etarras a la petición a ETA de un alto el fuego permanente, unilateral y verificable suponía "un paso significativo hacia el final de la violencia", Rajoy no aprecia en el comunicado "cambios sustanciales".

Con "toda la prudencia" que exige esta materia, ha dicho el jefe del Ejecutivo en su comparecencia para convocar las elecciones del 20N, "se trata de un paso significativo" hacia el final de la banda, y ha afirmado que, "sin duda, nos estamos acercando a ese momento".

No lo ha visto así Rajoy, quien se ha situado más cerca de las manifestaciones del fiscal general del Estado, Cándido Conde-Pumpido, quien ha calificado de "intolerable" y "una verdadera vergüenza" el comunicado de los presos.

Rajoy cree que en la carta de los reclusos no hay "cambios sustanciales" y ha subrayado la necesidad de que la banda dé el paso "decisivo" y emita un comunicado "diciendo que se disuelven y dejan de ser una organización criminal".

"Cuando alguien se erige en juez de los demás y les priva de sus libertades y derechos fundamentales, ese alguien es el que tiene que moverse anunciando que deja de hacerlo y disolviéndose", ha dicho Rajoy en rueda de prensa para hacer balance de la legislatura.

También Conde-Pumpido espera que ETA se disuelva "sin ningún tipo de condiciones", tal y como ha manifestado nada más entregar en el Congreso la memoria de la Fiscalía General del Estado del año 2010.

Desde el PNV, su presidente, Iñigo Urkullu, ha aprovechado para pedir una política penitenciaria "más flexible" sin esperar a que la banda anuncie el cese definitivo de la violencia, si bien ha rechazado la posibilidad de una amnistía.

Urkullu ha considerado "muy importante" la adhesión de los presos al Acuerdo de Gernika porque, a su juicio, era "el tapón que atascaba" la posibilidad de que la izquierda abertzale reclamara a la organización su final.

Por su parte, el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Alfredo Pérez Rubalcaba, "prudentemente satisfecho" por el anuncio de los presos, ha rechazado una "salida colectiva" a los reclusos al entender que la amnistía "no está en las reglas del juego" de la Constitución.

No hay que conceder ni un gramo de arrepentimiento a los presos de ETA, ha recalcado el presidente del Congreso, José Bono, quien ha calificado a los internos de la banda como "lo peor de cada pueblo y lo más malo de cada familia".

Al comunicado se ha referido también el secretario de Estado de Seguridad, Justo Zambrana, quien ha señalado que el anuncio "no es el comunicado definitivo" que están esperando los españoles, aunque todo lo que sea alejarse de la violencia merece una valoración positiva.

La mayoría de los grupos parlamentarios navarros, excepto UPN y PP, que han insistido en que lo único que se espera de ETA es su desaparición, ha acogido de forma positiva, aunque con matices, el comunicado.

Mientras el PSN lo ha considerado "positivo", pero con "toda la cautela y la prudencia", Nafarroa Bai lo ha visto como un paso de "gran importancia" y como un hecho "tremendamente positivo", Bildu lo ha enmarcado en un "proceso histórico" en el que se está poniendo "toda la carne en el asador" e Izquierda-Ezkerra se ha referido a él como "importante y positivo".

Por su parte, UPN ha incidido en que de ETA "solo cabe la derrota y ésta tiene que ser por las vías legales, el trabajo de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado o la autodisolución con el reconocimiento del mal causado", y el PP de Navarra ha señalado que el comunicado que esperan es el de "la disolución de ETA".