El chef del Elíseo cuelga el delantal tras 40 años entre fogones

  • Cuatro décadas después de haber entrado en el Elíseo, y tras toda una vida pasada en la cocina presidencial gala, el chef Bernard Vaussion apagó esta semana el fogón, desde el que ha servido a los últimos seis presidentes.

Marta Garde

París, 31 oct.- Cuatro décadas después de haber entrado en el Elíseo, y tras toda una vida pasada en la cocina presidencial gala, el chef Bernard Vaussion apagó esta semana el fogón, desde el que ha servido a los últimos seis presidentes.

Georges Pompidou, Valéry Giscard d'Estaing, François Mitterrand, Jacques Chirac, Nicolas Sarkozy y, finalmente, François Hollande, encabezan el elitista paladar que tuvo la obligación de satisfacer en comidas privadas y oficiales.

Vaussion se jubila este mes, y su retirada le ha merecido un pequeño documental grabado por el Palacio del Elíseo, que sigue sus últimos días al cargo y el proceso que va desde la concepción de los platos, en papel y bolígrafo, a su entrega en los salones.

El chef llegó a la inmensa cocina de la sede de la presidencia francesa en enero de 1974, cuando apenas contaba con 20 años, y comenzó como ayudante una larga trayectoria en la que ascendió hasta jefe de cocina en 2005, bajo el mandato de Chirac.

Vaussion había publicado ya varios libros con las recetas servidas habitualmente a los dignatarios, pero las numerosas entrevistas concedidas con motivo de su despedida han servido estas últimas semanas para acercarse de nuevo a los gustos de cada jefe de Estado.

Gustos que conoce bien, porque, según indicó este mes al diario "Le Parisien", después de cada cena o comida revisaba el plato del presidente cuando este volvía a la cocina, para ver qué había comido y dejado, y adaptarse a su estilo.

Mitterrand, asegura, se decantaba por los pescados y los mariscos, especialmente los crustáceos y las ostras, mientras que Chirac, que llegó a la presidencia en 1981 y no la abandonó hasta 1995, tenía devoción por la comida regional, como los caracoles y la "choucroute" alsaciana, servida siempre con una Coronita fresca.

Con Sarkozy entró al Elíseo, en 2007, un gran aficionado al chocolate, pero también un deportista, que tardó poco en pedir que se reemplazaran las grasas por una cocina más ligera, como las carnes blancas, los pescados a la plancha y las recetas al vapor.

Y trabajando para Hollande, con el que se despide, se encontró con "un gourmet" de gusto "fácil", que no desprecia las salsas y que, desde que asumió el cargo en mayo de 2012, evidencia un ligero aumento de peso.

A Vaussion le enorgullece, según destaca, haberse mantenido en el puesto pese a la sucesión de mandatarios, que no estaban obligados a prolongar tras su elección a los anteriores equipos de cocina.

Y el aprecio, según indicó Hollande en la recepción que este miércoles le dedicó el Elíseo, en la que participaron también sus familiares y destacados cocineros galos, parece ser mutuo.

"Seguro que tienes secretos sobre las comidas que has preparado. No sé si algún día los revelarás, pero siempre las has hecho de la mejor manera, y entregado y servido con la mayor discreción", dijo el presidente a Vaussion, a quien se refirió no solo como "chef de cocina, sino un miembro eminente de esta casa".

Con Vaussion se pasa, según recuerdan los medios franceses, una página de la historia culinaria de la V República, que a partir de este viernes estará en manos de su adjunto, Guillaume Gómez.

Y como centro de la política francesa, por sus mesas pasaron también no solo políticos galos, sino eminentes invitados internacionales, desde George W. Bush, Mijaíl Gorbachov o Angela Merkel, que, según rememora, le llegó a felicitar por las "fabulosas verduras" del Elíseo.

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