La Elisa, la nueva taberna madrileña del Grupo Triciclo

  • La carta se define en tres capítulos donde se marcan y concretan el sabor de las tabernas tradicionales de Madrid: cañí, de un bocado y de la huerta.
Taberna
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Parece que muchos restauradores madrileños tiene querencia por la zona en la que plantan sus reales, por la calle donde abren el primer establecimiento y desde el que expanden su sello gastronómico en la zona. Véase, Taberna Pedraza, La Santpere y Carmen Casa de Cocidos, en la calle Ibiza; el Paráguas, Casa Quintín, Numa y Amazónico, en la calle Jorge Juan; o Albert Adriá en el Paralelo en Barcelona. Así mismo los protagonistas que traemos hoy a nuestra portada de En Otra Órbita: Triciclo, Tándem, Market y ahora, La Elisa, su último establecimiento en la calle Santa María.

Apenas cuatro años después de que Javier Goya, David Alfonso y Javier Mayor, dejarán su trabajo en la Ciudad Financiera del Banco de Santander para abrir en 2013, su primer restaurante Triciclo. En apenas cuatro años han multiplicado su propuesta a razón de un nuevo local cada año. En octubre de este año pasado abrieron el ultimo de ellos, La Elisa, una taberna que data de 1907, y que rescatan tras haber remodelado su interior, conservando su aire decimonónico de azulejos, lámparas y grifos, maderas y barra de estaño, que nos transportan a una taberna castiza, de siempre.

Tal y como hacen en Triciclo en el que los platos se ofrecen en varios tamaños, La Elisa ofrece casi todos sus platos en dos medidas: ración y medias raciones. La carta se define con una estructura bien definida con tres capítulos en los que en todos y cada uno de ellos se marcan y concretan el sabor de las tabernas tradicionales de Madrid. El sabor cañí incluye platos como las patas de calamar con ajo, las gambas rojas, también al ajillo, las patatas bravas y platos como caracoles con una salsa para mojar, y platos de casquería: callos, oreja y morro.

Siguiendo la corriente cada vez más asentada de cocina para comer con las manos, el segundo capítulo incluye una serie de platillos que se pueden comer de este modo, en un sólo bocado. Hay platos tradicionales como las croquetas de jamón, los dados de bacalao muy bien fritos, jugoso por dentro y ligeramente crujiente por fuera. De la huerta de Castilla (tercer capítulo) platos tan apetitosos como el pisto manchego, un plato sabroso y con mucho gusto, los judiones de La Granja con rabo estofado, y el tomate ecológico aliñado con albahaca, ajo y aceite, acompañado de jamón ibérico.

La propuesta líquida es de lo más castizo, cañas bien tiradas, tal y como se ha hecho siempre en Madrid, con su dedo de espuma cremosa y una selección de vinos fundamentalmente de la Denominación de Origen de Madrid, servidos por copas a un precio de entre dos y tres euros.

Taberna La Elisa

Calle Santa María número 42
Madrid

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