Los excelentes pintxos de El Gran Sol

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Gran Sol es el nombre que hace referencia a uno de los grandes caladeros de pesca en los que faenaban los arrantazales vascos. Gran Sol es también un gran bar de Hondarribia, una gran barra, un gran caladero de pintxos muchos de los cuales se preparan al momento. Un bar en donde se hace auténtica cocina en miniatura. Aquí Bixente dirige la cocina y Mikel atiende el bar con la soltura que le da conocer a cada cliente que entra por la puerta.

Desde siempre, San Sebastián ha sido por muchas y evidentes razones el centro neurálgico donde se elaboraban los mejores pintxos del norte y, más concretamente, en los bares de lo Viejo, donde se encuentran los grandes, esos locales donde disfrutar de esos pintxos. Salvando las distancias con los bares de Donosti (La Cuchara..., Borda Beri, Zeruko, etc.) el nivel de los pintxos en todo el norte es más que notable y en Bilbao y Vitoria con cierta distinción sobre el resto. Sin embargo, son bares de la periferia los que cada año se alzan con el campeonato Amstel de Pintxos.

En esta ocasión, de nuevo, El Gran Sol, el gran bar de Hondarribia, ha elaborado el mejor pintxo del concurso Amstel. Un campeonato, en el que compiten bares de las tres provincias vascas, de Iparralde (costa vasco francesa) y de Navarra. El Gran Sol emblema y escenario de una de las mejores barras de todo el norte, es la gran casa de pintxos en la antigua Fuenterrabía(Guipuzcoa), y la referencia de la localidad junto al restaurante Alameda con una estrella Michelin.

Bixente Muñoz es el chef, el creativo y el ideólogo del mejor bar de pintxos a este lado del río Bidasoa. Una casa de cocina efímera y elaboraciones sensoriales. Bixente, el alma del Gran Sol, es quien transmite en forma de pintxos sus memorias y registros sápidos, aquellos que le transmitieron sus mayores. Bixente hace una cocina que despierta y genera sensaciones en el comensal y forma un tándem perfecto con Micaela, la jefa de cocina, él crea pintxos en su cabeza y Micaela les da vida con sus manos. Bixente dirige el bar y Micaela ejecuta brillante cada idea, cada concepto.

El pintxo campeón al que han bautizado como Mika es una brocheta de gamba con bacon en tempura elaborada con cerveza Amstel Radler, verduras, mayonesa y lima rallada, sobre pan de cebolla. Un pincho que se presenta y sirve en una caja, para rendir tributo a las 4 estaciones, que se refleja en el Lauburu que ilustra la caja en que se presenta.

Otros pinchos míticos de este bar puede ser el de pimiento y foie, una especie de emparedado en el que el este se marca a la plancha y se coloca entre dos lascas de pimientos con un trozo de tocino y se adereza con una salsa de vinagre. El de champiñón, relleno de crema de queso con jamón y alioli es un clásico con nombre propio, Jatxibel. Otro destacado de su barra es la tosta de bacalao ahumado con piquillo, foie y dulce de melocotón.