Pese al atentado contra simbólica plaza de Marraquech, el turismo se recupera

  • El atentado del pasado 28 de abril de Marraquech fue un golpe en el corazón turístico del país, pero, contrariamente a los peores presagios, no supuso una caída vertiginosa del turismo en el país.

Rabat, 28 oct.- El atentado del pasado 28 de abril de Marraquech fue un golpe en el corazón turístico del país, pero, contrariamente a los peores presagios, no supuso una caída vertiginosa del turismo en el país.

Pese al atentado, fuentes del Ministerio de Turismo dijeron hoy a Efe que las cifras turísticas de los nueve primeros meses del año muestran un comportamiento bastante estable del turismo, sin que se hayan apreciado sobresaltos de importancia.

Entre enero y septiembre de 2011, el número de visitantes llegados a los puestos fronterizos marroquíes (7.270.000) ha aumentado en un 2 % este año frente al mismo periodo del año anterior; en contrapartida, el número de pernoctaciones ha bajado en un 4 %.

Si el país ha salido políticamente indemne de las revoluciones árabes, y tampoco éstas han afectado al flujo de visitantes, tampoco parece haberlo hecho de forma significativa el atentado del Café Argana.

La elección de un café en la mítica Plaza de Yemaa al Fná de Marraquech (declarada Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO) parecía bien estudiada por los terroristas que pusieron la bomba, ya que es el epicentro del turismo en el país, tanto nacional como internacional.

Con una participación en el PIB del país del 7,8 %, el turismo es la primera fuente de divisas y da trabajo a más de 600.000 personas, según datos del gobierno marroquí.

Si en el cercano Túnez el turismo prácticamente se esfumó por efecto de la revolución que tumbó al régimen de Ben Ali, y solo ahora comienza a recuperarse, no ha sido así en el caso de Marruecos, donde la "primavera árabe" no se ha traducido en inestabilidad.

El ministro de Turismo, Yasir Znagui, afirmaba recientemente que espera superar al final de año a una subida global de 5 % en el número de llegadas de visitantes.

Curiosamente, el factor que más ha afectado a la hora de impedir un salto en las cifras de turismo no ha sido tanto el atentado de Marraquech, sino el hecho de que este año el mes de Ramadán, que suele ser aciago para el turismo, haya caído este año en plena temporada alta (mes de agosto), según los operadores del sector.

Teniendo en cuenta la inestabilidad que todavía afecta a Egipto y la lenta recuperación del turismo en Túnez, no es desatinado pensar que Marruecos de algún modo se beneficia del "desvío" del flujo turístico, toda vez que la imagen del país no se ha visto asociada, como otros países árabes, a la idea del conflicto y la revuelta.

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