Superación personal

La astronauta que superó el síndrome del impostor tras el rechazo de la NASA

Sian Proctor ha sido la primera mujer afroamericana en pilotar una nave espacial.

Sian Proctor, en una imagen de archivo.
La astronauta que superó el síndrome del impostor tras el rechazo de la NASA. 
Wikimedia Commons

El síndrome del impostor es un trastorno que nos impide hacer sentir válidos o merecedores de nuestros éxitos o, más sencillamente, incapaces de asimilar los logros que hayamos conseguido, sobre todo el ámbito laboral. Cualquier persona puede sufrirlo, aunque según diversos estudios y voces del mundo psicológico dan razones para pensar que las mujeres son más propensas a sufrirlo por las diferencias salariales o los estereotipos sexuales, dos de las cuatro causas que provocan este síndrome también llamado del fraude. 

Sian Proctor, la primera mujer afroamericana en pilotar en una nave espacial, hazaña que consiguió el año pasado; se encuentra entre las personas que han sufrido el síndrome del impostor aunque parezca imposible de creer, ya que tiene una carrera laboral que cuanto menos se podría definir como exitosa. 

Proctor reconoció en la Conferencia de Inversión Asiática celebrada este año que siempre ha sufrido este síndrome del fraude, pero que se agudizó por ejemplo cuando no logró completar su acceso a la NASA y fue rechazada para formar parte del cuerpo de astronautas de esta entidad el pasado 2009. 

Tras confesar que se sintió "devastada" al conocer la mala noticia, explicó que escuchaba una voz interna que constantemente le decía que no era suficientemente buena para ese puesto y que "nunca debería haber postulado" para entrar a la NASA. Pero, en vez de quedarse escuchando estas voces internas, decidió cambiar y luchar contra estos pensamientos negativos. 

Cambio de discurso interno

Lo primero que hizo Proctor fue reformular su propio discurso interno, enfocándose en los aspectos positivos que le había dejado el enfrentarse al proceso de selección de la NASA. "Fui más lejos que miles de personas en el proceso de selección -se dijo a sí misma-, debería estar celebrándolo". Se definió a sí misma como una "casi astronauta" y decidió que ser casi astronauta merecía la pena una celebración. 

Este cambio de enfoque le ayudó a superar el medio al rechazo y así acabo redirigiendo su carrera profesional para ser astronauta analógica y dedicarse a simular misiones espaciales en la Tierra. Al final y gracias a esta experiencia, consiguió llegar al espacio en septiembre de 2021 como parte de la misión SpaceX Inspiration4 y hacer historia como la primera mujer afroamericana en pilotar una nave espacial.

Otra forma en que logró combatir esas dudas fue pensar en lo que diría su padre. En sus declaraciones, Proctor contó que su progenitor le hubiera dicho "Aprovecha las oportunidades y ve tras ellas, incluso si la respuesta final es un no". Y así, aprovechó la oportunidad de la misión de SpaceX, cambiando el enfoque de su currículum y definiéndose como una persona artística, destacando su trabajo como poeta, para mostrar su "espíritu emprendedor", uno de los motivos por los que finalmente fue seleccionada para la misión.

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