Se bebe cada día más

Estás bebiendo mal el café: aumenta la productividad gracias a estos tres trucos

El 34 % de los encuestados afirmó haber bebido una mayor cantidad de este líquido durante la pandemia, pero desconocían como incorporarlo a sus desayunos de una forma que incrementase su rendimiento. 

Café
Con estos sencillos hábitos podrías mejorar tu productividad en el trabajo.
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El café es una de las bebidas más utilizadas en nuestro tiempo, y se consagra como una rutina dentro de los desayunos de cada uno de nosotros. Desde el que te preparas por las mañanas o el que pides en tu cafetería de confianza para la caminata hasta el trabajo, es una de las bebidas más populares. Este se puede tomar con leche, solo, descafeinado, o mezclado con agua al estilo americano. De alguna manera, la pandemia ha hecho que nos replanteemos nuestra relación con este alimento.

El pasado mes de septiembre, Cinch Homer Services realizó un estudio con más de 1.000 consumidores de café en Estados Unidos. Este arrojó unos resultados sorprendentes, ya que el 34 % de los encuestados afirmó haber bebido una mayor cantidad de este líquido durante la pandemia; convirtiendo a esta bebida en una de sus elecciones preferidas. Además, el informe detalló que los teletrabajadores beben una mayor cantidad que aquellos que trabajan de manera presencial en una oficina: una media de 3,1 tazas frente a las 2,5 de los trabajadores de oficina

En este sentido, el 28 % de los encuestados confesó que beber café les hacía más productivos en el trabajo. Aun así, según recoge la CNBC, habría formas de mejorar la productividad sacándole el máximo provecho a tu taza de café. Desde no tomarlo nada más te despiertas, hasta ser cada día más selectivo con el tipo de café que empleas en tu cafetería podría ayudarte más en tu jornada a nivel laboral. 

No lo bebas nada más despertar

La idea de tomar un café caliente recién hecho es algo que está bastante popularizado en nuestra sociedad. Sin embargo, podría bajar los niveles naturales de energía dentro de nuestro cuerpo. El experto Daniel Pink señala un estudio en el café se afirma que habría que beberlo entre 60 y 90 minutos después de haberse despertado. La razón de este efecto estaría relacionada con la producción de cortisol, la hormona que regula el sueño. Esta suele alcanzar su pico a las 8:30 de la mañana. "La gente toma café por la mañana de manera errónea. Lo correcto sería dejar que el cortisol alcanzase su máximo y en cuanto empiece a disminuir, ingerir café", destaca. 

Elige la mejor variedad

Los granos de café tienen propiedades diferentes según la especie de la que se trate y la forma en la que se tueste. En caso de elegir un tueste intenso, estaríamos quemando las propiedades de la cafeína. Es por lo que los cafés ligeros o con tueste suave serían los mejores a la hora de incorporar a nuestra dieta. También sería conveniente prestar atención a los tipos de café que se cosechan por temporadas o en diferentes momentos del año. En invierno, por ejemplo, el café proviene mayoritariamente de Papúa Nueva Guinea, Kenia, Colombia y Guatemala. 

Ojo con el agua 

En un 98 % el café se compone de agua. Más allá de los granos que usemos en nuestra cafetera habría que prestar atención a este elemento clave en su elaboración. Es por lo que en caso de incorporar agua de mala calidad, las posibilidades de tener un café de peor calidad aumentan. Ya sea que estemos preparando una infusión o nuestra taza de todas las mañanas, el agua que debemos de emplear en nuestra mezcla perfecta ha de ser filtrada, ya que mejorará la calidad del café. 

Tomar café antes de la siesta

Combinar el café con la siesta puede ser una combinación que a priori no parece encajar. Sin embargo, estudios en países como Japón o Inglaterra han desvelado que si una persona bebe café antes de acostarse y duerme una siesta de 20 minutos de duración, se despierta con más energía que antes. La explicación de este fenómeno es simple. La cafeína tarda unos 20 minutos en actuar y bloquea la adenosina, la hormona que nos hace sentir cansados. Al únicamente descansar 20 minutos se incorpora una menor cantidad de adenosina en nuestro sistema, por lo que la cafeína no ha de luchar contra ninguna hormona. 

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