Cómo funcionan los anuncios que te acosan en internet (y cómo eliminarlos)

  • La publicidad personalizada puede ser especialmente molesta, sobre todo cuando los anunciantes hacen asunciones incorrectas
La información de nuestro ordenador y móvil está sincronizada / Pexels
La información de nuestro ordenador y móvil está sincronizada / Pexels

Estamos ya tan acostumbrados que apenas le damos importancia, pero ver anuncios de productos y servicios que acabas de buscar sigue resultando incómodo, cuando no molesto. ¿De dónde han sacado esa información? ¿Cómo logran que aparezca en absolutamente todos tus dispositivos? ¿Por qué te dan la matraca durante semanas, aunque ya hayas comprado el producto que se anuncia?

No cabe duda de que la publicidad online se ha vuelto cada vez más precisa y persistente, no en vano la principal fuente de ingresos de la mayoría de los gigantes de la tecnología, como Facebook y Google.

Cada vez que das permiso a una página web para usar cookies –y todas las usan– esta recopila información sobre tu navegación. Los especialistas en marketing y las empresas de tecnología publicitaria compilan esos datos para tener un perfil preciso de nuestros movimientos en la totalidad de los dispositivos.

La tecnología es ya tan sofisticada que se puede saber incluso cuán interesado estás en una compra dada, ponderando así la insistencia con la que van a aparecer anuncios sobre el tema. Los rastreadores tienen en cuenta señales, como el tiempo que permaneces viendo por ejemplo la información sobre un producto, para saber el grado de interés que tienes sobre el mismo. Si pasas 15 minutos en Amazon y Google buscando información sobre, pongamos, cafeteras, no verás otra cosa en internet durante las próximas semanas.

Relevancia vs. privacidad

Aunque muchas personas se sienten incómodas cuando ve aparecer anuncios sobre búsquedas que ha realizado recientemente, los defensores de este tipo de publicidad “relevante” insisten en que, en el fondo, es más interesante ver anuncios sobre cosas que te interesan que sobre productos aleatorios, que no te importan lo más mínimo.

Sus detractores, sin embargo, aseguran que son especialmente molestos, sobre todo cuando hacen asunciones incorrectas. Nos ocurre a todas las personas que utilizamos las búsquedas de internet para obtener información para nuestro trabajo: escribir, por ejemplo, un artículo sobre el mercado de caballos de carreras no significa que queramos comprarnos uno y, pese a esto, puedes pasar semanas viendo anuncios de sementales.

No todos los rastreadores ni servicios de publicidad online son igual de eficaces. Los buenos saben, más o menos, si estás interesado en comprar caballos y dejarán de mostrártelos si saben que ya te has comprado uno. Los malos te darán la matraca hasta la extenuación, sin importar que, de hecho, no tienes ningún interés en montar un picadero.

Hay mucha gente viviendo de la publicidad. / Pexels
Hay mucha gente viviendo de la publicidad. / Pexels

Cómo librarse de los anuncios acosadores

Sea como fuere, por mucho que la publicidad esté peor o mejor dirigida, los anuncios personalizados son el más claro ejemplo de que en internet es casi imposible mantener el anonimato. Una encuesta de 2012 realizada por Pew Research Center apunta que al 68 por ciento de internautas no le gusta la publicidad dirigida porque implica que se está analizando su comportamiento en la red. Y está claro que el historial de navegación revela mucha información personal, desde los problemas de salud, a las afiliaciones políticas e, incluso, los hábitos sexuales.

Librarse de este tipo de anuncios no es fácil, pero hay herramientas que nos permiten, al menos, limitar la información que redes sociales y sitios web tienen de nosotros. Así lo explica el redactor de tecnología de The New York Times Brian X. Chen en un interesante artículo, en el que propone cuatro claves básicas para poner coto a este tipo de publicidad:

1. Limpia las cookies periódicamente

Los rastreadores de anuncios tendrán más dificultades para seguir tu actividad si eliminas las cookies en cada uno de tus dispositivos de forma periódica. Todos los navegadores cuentan con esta opción. Eliminar éstas provocará también que tengas que volver a introducir las contraseñas de la mayoría de los sitios y volver a aceptar las incómodas advertencias que explican, precisamente, que se van a utilizar cookies. Pero al que algo quiere algo le cuesta.

2. Resetea tu ID publicitario

Tanto los teléfonos con Android como los que fabrica Apple cuentan con un número de registro, que ayuda a los anunciantes a seguir tu actividad en el mismo. Este número puede resetearse en cualquier momento en los ajustes de tu smartphone. Cambiarlo de vez en cuando reduce también el acceso a la información personal de los anunciantes.

3. Elimina de vez en cuanto el historial de Google

No hablamos del historial de tu navegador, cuyos datos ya se han recogido lo borres o no, sino del historial que Google guarda de tus búsquedas y que puedes eliminar gracias a su propia herramienta My Activity, donde puedes conocer qué sabe el gigante de internet de ti y, ahora sí, borrar lo que no quieres que sepa.

4. Oculta los anuncios que no quieres ver

Algunos de los servicios publicitarios más frecuentes, como el de Google o Facebook, incluyen una opción de “borrado” de sus anuncios. Esto no implica que desaparezcan, pero indicas al servicio que esta publicidad no te interesa y no quieres que vuelva a aparecer.

5. Instala un bloqueador de anuncios

Como todo el mundo sabe, hay múltiples bloqueadores de anuncios que pueden instalarse en los navegadores para ver menos anuncios, pero recuerda que la mayoría de personas que se dedican a generar contenidos vive de los ingresos publicitarios, por lo que al ocultar los anuncios de tus páginas gratuitas favoritas estás limitando también su principal forma de ganar dinero.

6. Utiliza buscadores privados

Buscadores como Firefox Focus, DuckDuckGo o Ghostery Privacy Browser están diseñados para bloquear el rastreo de información, por lo que son la mejor opción si se quiere navegar por internet sin que Google se quede con la información de todo lo que buscas.

7. Instala un bloqueador de rastreos

Al igual que existen bloqueadores de nuncios existen existen programas, para ordenador y móvil, que detectan el código de los sitios web que busca tu información y evita que se cargue. Chen recomienda Disconnect.me.

8. Configura qué anuncios quieres ver

La mayoría de plataformas, incluyendo Google, Facebook, Twitter y Apple ofrecen herramientas para indicar qué anuncios quieres ver y cuáles no.

Mostrar comentarios