Calma, escucha y validación

Cuatro claves para conseguir desarrollar la inteligencia emocional de tus hijos

Expertos han elaborado una serie de consejos que permitirá a los padres trabajar sobre uno de los factores clave para el progreso de este tipo de intelecto.

Dos niños discutiendo en la presencia de su madre.
Dos niños discutiendo en la presencia de su madre.
©[Jep Gambardella] a través de Canva.com

En la sociedad de hoy en día, cada vez somos más consientes de la falta de inteligencia emocional que tienen algunas de las personas de nuestro entorno. Por ejemplo, esta habilidad, que nos permite ser conscientes de las emociones que se hallan tras nuestro comportamiento y cómo afectan estas a las demás personas, es un valor al alza a la hora de tener que contratar un trabajador. 

Uno de los elementos necesarios para desarrollar la inteligencia emocional es la empatía. Según la CNCB, si un niño consigue sentir esta emoción, aunque sea con un vídeo, puede hacer que se sienta más conectado y generoso con los demás.

Pero trabajar la empatía con los niños no es una tarea fácil para los padres. En muchas ocasiones, cuando los más pequeños hacen algo erróneo, los mayores tienden a usar el "reflejo de enderezamiento", una práctica que consiste en el empleo de la razón para corregir su actitud. Pero según los expertos, la lógica no calma las emociones, sino la empatía y la validación.

Para corregir estas actitudes y lograr que los niños desarrollen su empatía e inteligencia emocional, deberás seguir esta serie de consejos. 

Mantén la calma y usa las emociones para conectar

Si se consigue mantener la calma mientras el niño se desahoga, llora o grita, lograrás reducir su carga emocional, lo que permitirá pensar de forma clara y lógica y poner la cosas en perspectiva. Desde esta posición, de reformulación de los sentimientos, consigues ejercitar de manera más sencilla la paciencia y la compasión. No lograrás una comunicación significativa cuando estás de mal humor.

Comprende y acepta, no juzgues

En muchas ocasiones, en los momentos de conflicto con los hijos, los padres ven una oportunidad para enseñarles una lección. Cuando estés ante una situación como esta, los expertos recomiendan encarar este escenario desde una posición de generosidad. No es necesario que cada error de los hijos suponga un aprendizaje, también debemos investigar qué hay detrás de esa actitud, de esos sentimientos. 

Reflexiona y valida sus sentimientos

Los niños escuchan mejor después de ser oídos. Cuando se sienten comprendidos y validados por sus padres, los más pequeños sentirán que sus progenitores representan un espacio seguro en el que volcar sus pensamientos y emociones y huir en los momentos de estrés y angustia. 

El psicólogo Eran Magen emplea una técnica de escucha que consiste en trasmitirle al niño lo que crees que has entendido sobre lo que te ha contado (WIG, What I Got). Alguno de los ejemplos son: "lo que entiendo de lo que me has contado es que sientes que tu amigo te traicionó", "parece que estás bastante decepcionado con tu trabajo" o "a ver si lo estoy entendiendo. Otros niños también lo estaban haciendo y sientes que tu maestro te señaló, y eso no es justo".

Para entenderles mejor, en ocasiones es mejor preguntar por "cómo te está haciendo sentir esto", en lugar de "por qué estás sintiendo esto". Esto servirá para que el menor sienta que no está siendo acusado de algo y pueda abrirse más fácilmente.  También es importante usar un lenguaje de validación para que entiendan que está bien sentir las emociones que estás viviendo

Explora y haz preguntas

Una vez se hayan sentido escuchados y validados, es más probable que los niños aceptan su papel en el problema que se ha generado. En este momento se podrá pasar a un lugar de curiosidad y tendrás la oportunidad de hacerle preguntas para comprender mejor su experiencia. Esta posición es favorable para que ellos escuchen consejos y puedan encontrar formas de solucionar el problema. 

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