Reciclaje profesional para 2022

Inteligencia emocional y diseño: las aptitudes de más valor al buscar trabajo

La digitalización que ha acelerado la pandemia ha hecho que dentro de una plantilla, o en la incorporación de un trabajador a una, destaquen ciertos rasgos profesionales nuevos que van más allá de las tendencias.

Una plantilla de trabajadores de oficina celebrando una reunión.
Una plantilla de trabajadores de oficina celebrando una reunión.
©[fauxels] a través de Canva.com

Que el mercado laboral está cambiando es algo más que evidente, algo que la pandemia ha acelerado de manera exponencial. Con una digitalización constante, multitud de habilidades para un puesto de trabajo están perdiendo consideración para dejar paso a otras que, por el contexto actual, tienen una mayor reputación dentro de determinados sectores. Además, los puestos de trabajo relacionados con aspectos de la digitalización como la seguridad ('blockchain'), el análisis de datos, la arquitectura IoT o la interconexión digital de objetos cotidianos con internet serán los más demandados por las empresas en un futuro cercano, según expertos.

Según detalla el Foro Económico Mundial en su informe anual 'The Future of Jobs Report', se estarían dejando de valorar capacidades como la memoria, habilidad verbal o la comprensión lectora. Sin embargo, otras como la inteligencia emocional o tener influencia por redes sociales pasarían a estar entre las que más resaltarían a la hora de tener que contratar un trabajador o no para un determinado puesto dentro de un proceso de selección abierto. 

El experto en Innovación, Alfons Cornella, detalla que el futuro de un mercado laboral pasa por equilibrar lo que demandan las corporaciones y lo que los profesionales pueden ofrecer pasa por una formación altamente práctica que facilite a los jóvenes conocer la realidad del trabajo frente a la realidad que imaginan desde las aulas.

Pensamiento analítico e innovación

Analizar grandes volúmenes de información es algo que ha venido de la mano con auge del 'big data'. Más allá de llegar a dominar las herramientas con las que se trata este tipo de datos, también es necesario que el trabajador tenga la suficiente capacidad de análisis para poder delimitar elementos en estos documentos. En definitiva, resaltar aquello que su trabajo le demanda dentro de examinación continuada de información. 

Aprendizaje activo

El aprendizaje activo requiere de multitud de parámetros que hacen que la adquisición de conocimientos se convierta en algo dinámico. En este método entra en juego la interacción social y el desarrollo de competencias 'in situ'. Todo ello hace que el trabajador integre estas nuevas relaciones de una forma más rápida y controlada en vez de realizar una educación o formación de manera completamente lineal. 

Creatividad, originalidad e iniciativa 

Tomar la iniciativa en el trabajo es algo que requiere de un esfuerzo adicional más allá del rol que una persona esté desarrollando en su puesto. Esta capacidad pasa por ejercer el liderazgo de manera voluntaria, adquiriendo cierta notoriedad, pero poniendo en valor al resto de trabajadores que integran la plantilla. Desde esta posición se pensará de modo más rápido, gracias a la experiencia que respalda a las decisiones. 

Programación y diseño

A pesar de que pueda parecer en un primer momento que estos dos conceptos no vayan de la mano, con la era digital caminan más juntos de lo que uno imagina. Tener conocimientos de lenguaje y código de programación hará a alguien destacar por encima del resto dentro de una oficina. Con estas habilidades, aplicadas en diversos campos, se pueden diseñas distintos apartados de una página web, blog de noticias, o prestaciones dentro de un perfil en las redes sociales. 

Resolución de problemas

Ante cualquier problema, hay que aplicar una solución. Además, con la constante aceleración que rodea el ritmo en la toma de decisiones o establecimiento de tareas dentro de una agenda, esto pasa por saber adaptarse a la complejidad de la situación. Esto hace que los equipos multidisciplinares aporten, por parte de sus integrantes, puntos de vista diferentes para dar una rápida salida a la situación a la que se enfrentan. 

Liderazgo social e inteligencia emocional 

Que las opiniones tengan su calado en la agenda pública o se incorporen al discurso social es algo que siempre ha resaltado. Con una vida regida por las redes sociales, esto hace que el dominio de ellas y todas las prestaciones que ofrecen para generar opinión o vender un producto, sean habilidades más que necesarias. Por otra parte, cooperar entre las personas que componen una plantilla pasa por preocuparte por los demás y tener en cuenta la situación individual de cada uno de los trabajadores. 

Esto se vincula con la recapacitación o 'reskilling', un "reciclaje profesional" que supone una tendencia ya en auge. "El 40% de las habilidades se pierde cada 3 años y aproximadamente la mitad de los empleados necesitarán volver a capacitarse durante los próximos 5 años". Alfons Cornella, ha destacado que "se estima que será necesario reentrenar a mil millones de personas en los próximos 10 años. Las oportunidades de formación son enormes y el conocimiento, fundamental"

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