¿No sabes cómo llamar a tu empresa? Te damos las 6 claves que te harán triunfar

Montar una empresa no es fácil, pero el dinero no es lo más importante. / Pexels
Montar una empresa no es fácil, pero el dinero no es lo más importante. / Pexels

¿Eres de esos emprendedores que planifican hasta el color de las sillas de la oficina, pero se les dejan la agenda en cualquier cajón? Pasar por alto cuestiones clave puede poner en peligro la gloria de tu proyecto, por eso, si este es tu caso, debes saber que uno de los 'quids' que no puedes dejar para el final es el nombre de tu negocio

Has detectado una necesidad en tu entorno y tienes una idea para resolverlo, tu proyecto empieza a andar pero te surge la duda... ¿cómo llamo a mi empresa? La respuesta a esta pregunta es uno de los mayores quebraderos de cabeza en el mundo emprendedor del que no solo se sale 'copiando' otros casos de éxito (aunque eso también ayuda). 

El grueso de las startups logró en 2018 una inversión de más de 1.200 millones de euros en España. Vivimos un buen momento para el emprendimiento, pero eso conlleva que el número de 'valientes' que se lanzan al mundo empresarial también está creciendo y, como tú, todos aspiran al triunfo porque ningún proyecto nace con el único objetivo de sobrevivir. En este ecosistema, diferenciarse es clave, por eso en La Información hemos recopilado los ocho trucos que te ayudarán a encontrar el nombre perfecto para tu marca... un trampolín hacia el éxito.

1. Tu marca es tu identidad: ¡identifícate!

El nombre no es solo una palabra, es la sensación que despierta en el consumidor. Tu marca no solo le dice al cliente 'qué" eres, también le informa de 'quién' eres. Antes de decidirte debes aclarar cuáles son tus valores y enfocar tu realidad empresarial: el nombre debe personificar el carácter de tu proyecto.

2. Tómate tu tiempo para decidir y no te precipites

Como habrás comprobado, escoger un nombre significativo y atractivo no es tarea fácil, y la decisión no puede depender de un impulso de última hora. Haz una lluvia de ideas con el resto del equipo, empezad por aquellas palabras relacionadas con el sector de vuestro negocio e id cerrando el círculo, pero recordad: la marca debe decirle al cliente por qué tiene que irse con vosotros en lugar de con la competencia.

3. La gente no consume lo que no sabe pronunciar

Escoge una expresión agradable al oido. A todos nos gusta poder decirle a nuestros amigos de dónde son nuestras zapatillas sin quedarnos atascados pronunciando un trabalenguas. Opta por nombres cortos que sean fáciles de memorizar, así lo hicieron las sietes startups con mayor éxito en España. Hay que ponerle las cosas fáciles al consumidor... y a su cerebro.

4. Piensa en grande: el futuro será el presente

Algunos nombres pueden parecer idóneos para una empresa recién salida del cascarón, pero dejan de tener sentido con el paso del tiempo. Puede que en unos años, lo que nació como una compañía de aspiradoras acabe produciendo también frigoríficos, así que no sería una buena idea haber llamado a la empresa 'Aspira S.A.'. El emprendedor debe pensar en clave de crecimiento y expansión, por lo que siempre es mejor optar por un nombre neutro, aunque esté relacionado con el sector.

5. El nombre, el 'story telling' de la empresa

Escoge un nombre que hable con el cliente. La marca debe tener un sentido que el consumidor pueda comprender, piensa en el caso de los fabricantes de deportivas. La firma Reebook se inspiró en el nombre de un veloz antílope africano (rhebok), mientras que Nike viene de Niké, diosa griega de la victoria. En definitiva, el nombre debe contarle al público qué puede ofrecer la marca.

6. Adiós al 'zapatería En tus zapatos': no a los nombres descriptivos

En un mercado con un alto nivel de competencia, la originalidad es oro. Si vas a 'batallar' contra empresas ya establecidas, debes ofrecer algo fresco a tus clientes. En algunos sectores, muchas firmas optan por nombres que describen su actividad, es el caso del sector energético en España. Ante Endesa Energía, Factor Energía, EDP Energía... olvídate de las coletillas y rompe con el patrón: un nombre diferente te ayudará a captar a un consumidor aburrido de un catálogo con tantas similitudes.

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