Cómo saber si una persona es tóxica en el trabajo (y en la vida) en cinco minutos

Ignorar a ese compañero al que no aguantas no es una solución
Ignorar a ese compañero al que no aguantas no es una solución
Pixabay

El gran problema de los compañeros tóxicos es que, al principio, son prácticamente indetectables: una queja inocente sobre otro compañero, un movimiento sutil para dejarte mal de cara al jefe, una autoconfianza rayana en el narcisismo... La mayoría busca ascender en la empresa a costa de menospreciar el trabajo de los demás y, si no se toman medidas a tiempo, su presencia puede derivar en un contagio masivo en la oficina... y en la vida.

Porque las personas tóxicas no se limitan al ámbito empresarial, sino que tratan de progresar a costa de los demás en todos los planos vitales. Y actúan contra todos tratando siempre de manipular a su antojo para conseguir sus objetivos. Por eso, la autora y experta en psicología del trabajo Minda Zetlin explica en este artículo de 'Inc' que hay maneras de identificar a las personas tóxicas para evitar que se conviertan en un verdadero problema en tu empresa (o en tu vida). Y cita los siguientes ocho rasgos que los definen.

1. Siempre hablan mal de los demás

Las personas tóxicas se caracterizan por hablar mal de los demás a espaldas de todo el mundo. Por eso, cuando esa persona critique en confidencia a otras personas, deberías preguntarte si no serás tú el objeto de sus críticas cuando hable con otros compañeros de ti. "Una vez fui a una entrevista en una compañía donde el CEO me habló sobre los fallos que veía en su segundo al mando. Eso me pareció una gran 'bandera roja', y tuve razón: intenté trabajar allí a tiempo parcial durante un par de meses, pero me fui rápidamente cuando el CEO demostró ser demasiado tóxico para trabajar", explica Zetlin.

2. No paran de quejarse

Si bien es normal comentar con los compañeros del trabajo los aspectos a mejorar en una empresa, "la mayoría de las personas tóxicas se quejan a nivel de campeonato", tal y como apunta la autora. De hecho, "escucharles quejarse puede ser malo para tu estado de ánimo, tu productividad e incluso tu salud. Además, si eres como muchas personas, corres el riesgo de ser absorbido" por sus quejas y de terminar sumándote a ellas.

3. Exigen un trato especial

Hay personas que creen que han nacido con estrella. Por eso, consideran que sus fallos nunca son tan graves como los de los demás y que sus éxitos son muchísimo más importantes que los de los demás. Todos conocemos a este tipo de personas en nuestro trabajo, por lo que resulta indispensable identificarlos pronto para que no terminen saliéndose con la suya y llegando a un puesto de responsabilidad... en el que será tu jefe y te utilizará simplemente para echarte la culpa de sus errores y para adjudicarse tus logros.

4. Presumen y exageran sus logros

"Si conoces a alguien para una entrevista de trabajo (formal o informal), es natural que hable sobre sus logros", explica Zetlin. Sin embargo, en el resto de situaciones presumir o jactarse exageradamente de tus éxitos (presentes o pasados) es tan innecesario como perjudicial: sus ansias por destacar sobre los demás siempre tienen por objeto instalar en el subconsciente de la dirección que se trata de un mejor trabajador que el resto... Aunque lo cierto es que a este a tipo de personas se las 'cala' rápidamente.

5. Te ponen a la defensiva

"A veces esto sucede tan sutilmente que ni siquiera puedes decir con certeza cómo ocurre. Pero, de repente, sientes la necesidad de explicarle a esta persona que apenas conoces por qué tomaste las decisiones que tomaste o por qué tu organización no es tan mala después de todo. Alguien que te haga sentir que tienes que defenderte constantemente a ti mismo, a tu empresa o a tus creencias será agotador pasar tiempo con él", sostiene Zetlin.

6. Te hacen trabajar a ti para seguir haciendo nada

Otro rasgo muy común de las personas tóxicas es la vaguería: en lugar realizar su trabajo de forma autónoma, recurren a los demás constantemente para que le saquen las castañas del fuego. El gran problema es cuando esta persona es tu jefe, ya que entonces tu puesto pasará a depender de que seas capaz o no de complacerle. Paralelamente, suelen presentar excusas para escaquearse de sus tareas... Si ves a un compañero que cada dos por tres resopla agobiado por lo que tendría que hacer (pero no hace) o que tiene a su hijo con fiebre en casa (curiosamente cada vez que no puede realizar una tarea), empieza a sospechar.

7. No muestran interés en tus inquietudes

Hablar de uno mismo en exceso es un síntoma inequívoco de narcisismo... y de ser una persona tóxica. Evidentemente, no pasa nada por añadir una experiencia personal a una conversación, pero cuando ves que a la otra persona no le importa lo más mínimo lo que tengas que decir, activa tus alarmas "Alguien que espera que estés interesado en todos los aspectos de su vida pero que no tenga curiosidad por la tuya es muy probable que sea una persona tóxica. Mantente en guardia", señala Zetlin.

8. No te hacen sentir bien

Hay veces que el síntoma más inequívoco es mucho menos racional que todo lo anterior. "¿Cómo te sientes después de hablar con esta persona? ¿Cómo te sentirías ante la perspectiva de, por ejemplo, pasar una hora con ella durante la comida o el café? Si pasar tiempo con alguien te pone tenso o infeliz, hay una buena probabilidad de que sea una persona tóxica", apunta Zetlin, que considera que debes desprenderte de todo aquello que te haga sentir negativo.

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