Tendencia a largo plazo

Menos desplazamientos y ahorro de energía: ¿es sostenible el teletrabajo?

Más allá de las ventajas personales que ofrece el trabajo en remoto, algunas empresas han decidido apostar por este modelo para reducir su impacto medioambiental.

Consejos para un nuevo puesto en teletrabajo.
Consejos para un nuevo puesto en teletrabajo.
©[Olia Danilevich de Pexels] a través de Canva.com

A partir del confinamiento por la incidencia de la Covid-19, las empresas tuvieron que buscar alternativas para sus trabajadores. El teletrabajo, siempre que el sector lo permitiera, fue una de las medidas estrellas para seguir funcionando, pero con la relajación de las restricciones y la vuelta a las oficinas, el modelo cambio a la presencialidad o a un sistema híbrido. En abril de 2020, el peor momento de la pandemia, un 20% de las personas ocupadas (3,56 millones) teletrabajaron en España, el doble de los que lo hacían un año antes en un país donde esta opción era minoritaria, revelan los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA). Ahora, dos años después y con los altibajos por las restricciones aplicadas en las distintas olas, solamente 2,75 millones de trabajadores (13,57 %) mantienen el modelo en remoto. 

Según los expertos, los motivos para que el teletrabajo sigue siendo minoritario son desde la falta de contacto social hasta las dificultades para la desconexión laboral, la sobrecarga de trabajo o que el domicilio no sea adecuado. Algo que está a punto de cambiar debido a una propuesta de la Comisión Europea para regular estos sistemas e implementar a escala comunitaria el derecho a la desconexión.

Sin embargo, a pesar de los inconvenientes mencionados, el futuro del trabajo en remoto también tiene una vía ecológica. Un estudio de Harvard Business Review realizado por Ganga Shreedhar, Kate Laffan y Laura M. Giuge, profesores de London School of Economics, evalúa sí el teletrabajo puede ser una solución sostenible a largo plazo, "nuestra investigación demuestra que el trabajo en remoto no es una victoria clara para el medio ambiente", señalan los expertos.

Huella de carbono

Para entender las implicaciones del teletrabajo en materia de sostenibilidad, las empresas deben considerar un total de cuatro aspectos que realizan los empleados a diario durante su jornada laboral. En concreto, se refieren a la energía consumida, los desplazamientos, la tecnología usada y los desperdicios. "El cambio de comportamiento en estos ámbitos puede tener importantes impactos ambientales cuando implica a los individuos, equipos, empresas e industrias", destacan en el informe.

Si bien el aspecto más positivo es que los empleados deben realizar menos viajes y, por tanto, utilizar menos el coche o cualquier otro vehículo, consumen más en sus propias casas. Las calificaciones energéticas del hogar o incluso la ubicación geográfica pueden ser factores determinantes a la hora de resultar menos sostenibles. 

En otro sentido, nuestros comportamientos online también suman a la huella de carbono. "Un comercial típico puede generar 135 kg de CO₂ al enviar correos electrónicos cada año, lo que equivale a conducir más de 300 kilómetros millas en un coche familiar", explican. Además, en relación con el cuarto factor, los residuos, la investigación demuestra que los empleados adoptan más prácticas de reciclaje en casa que en la oficina.

Los investigadores apuntan que el trabajo en remoto presenta nuevos desafíos ecológicos, pero para que resulte efectivo será esencial que las empresas establezcan políticas de sostenibilidad que generen más beneficios ambientales. "Examinar las normativas ya existentes es un primer paso importante, pero a menudo no es suficiente. Para integrar una cultura ambientalmente sostenible, los responsables deben proporcionar a los teletrabajadores un mayor apoyo en todos los aspectos mencionados", concluyen. Algunas ideas, como ofrecer incentivos por reciclaje, planes de compra de bicicletas o sistemas de eliminación de dispositivos antiguos, pueden ser muy factibles.

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