Tras el 'rally' de 2020, en el que el bitcoin se revalorizó más de un 300%, la criptomoneda más utilizada tenía difícil superar las expectativas. Un año después, aunque con un crecimiento más moderado, en 2021 ha vuelto a batir sus máximos llegando a cotizar por encima de los 69.000 dólares. La aprobación del bitcoin como moneda de intercambio en El Salvador o el lanzamiento del primer ETF de futuros de esta criptomoneda son algunos de los hitos que impulsaron su valor frente al dólar. No obstante, la revalorización anual se reduce al 60% ante las caídas de las últimas semanas, mientras persisten las dudas sobre su futuro.
Las pérdidas se agravan los primeros días de 2022, que no comienza con buen pie. La cotización del bitcoin respecto a la moneda estadounidense cae más de un 14% en el nuevo año. El desplome se agrava si tomamos como referencia su nivel máximo -registrado en el mes de noviembre cuando se alcanzaron los 69.000 dólares-, respecto al que pierde cerca del 40%. Así, su capitalización actual roza los 880.000 millones de dólares, mientras que en noviembre se aproximó a los 1,3 billones.
El avance anual sigue en positivo, pero se reduce al 4% pese a que al cierre del año ascendía al 60%. Este desajuste se debe a la evolución totalmente contraria al inicio de este año y del anterior. Mientras que esta semana ha sido su peor desde marzo de 2020 -cuando se produjo el estallido de la pandemia-, el año pasado logró un avance de casi el 25% en sus primeros siete días.
Las últimas caídas del bitcoin se producen ante un mercado volátil que espera la subida de tipos de interés de la Reserva Federal de EEUU que provocará un ajuste entre valores. Además, le afecta una caída de una parte de las operaciones de minería que se realizan desde Kazajistán. Tras la represión China, que prohibió cualquier actividad relacionada con las 'cripto', la actividad minera se trasladó a otros países, entre ellos Kazajistán, afectada ahora por graves revueltas que comenzaron por los elevados precios de la energía en el país.
Pese al escenario actual, los expertos ven todavía potencial en el bitcoin. Esta misma semana, un informe de Goldman Sachs afirmaba que su valor podría alcanzar los 100.000 dólares en los próximos cinco años. "Creemos que la participación de mercado de bitcoin probablemente aumentará con el tiempo como un producto inevitable de una adopción más amplia de los activos digitales", escribió Zach Pandl, codirector de divisas, tasas y estrategia de mercados emergentes globales de Goldman Sachs. Para ello, justifica que el bitcoin le robará cada vez más participación de mercado al oro.
Por su parte, Simon Peters, analista experto en criptoactivos de eToro, afirma que pese a que "el sólido desempeño de bitcoin durante el período navideño ha perdido su impulso en el nuevo año, más personas están comenzando a darse cuenta de que las criptomonedas son una clase de activos que están aquí para quedarse". De cara al futuro, apuesta por un acercamiento "del mundo financiero tradicional hacia el 'cripto-verso'". Además, señala que para que continúe la adopción generalizada de criptoactivos, serán necesarios los avances "en la innovación y cumplir con los hitos establecidos en las hojas de ruta de actualización de las respectivas cadenas de bloques, por ejemplo, Ethereum 2.0.".
"El 'santo grial' de los ETF de bitcoin"
En el corto plazo, Peters destaca el papel del ETF de Fidelity Advantage Bitcoin (FBTC). Se trata de un ETF spot, es decir, adquiere bitcoins pero la custodia y manejo queda en manos de los administradores del fondo. "Este nuevo fondo, que algunos han denominado el "santo grial" de los ETF de bitcoin, podría alentar una nueva ola de liquidez" para ingresar en este mercado, afirma. Así, señala que con que un pequeño porcentaje de los cientos de billones de dólares en activos líquidos administrados a nivel mundial por inversores institucionales se inviertan en criptomonedas, "podría hacer que la capitalización de este mercado se duplique".
Hasta ahora, el punto débil del bitcoin y del resto de criptomonedas utilizadas como monedas de intercambio, ha sido la regulación. Los países estudian cómo controlar esta actividad diseñada precisamente para quedar al margen del sistema. En este intento de regulación, los bancos centrales apuestan por lanzar sus propias monedas digitales que satisfaga la creciente demanda de medios de pago electrónicos, pero también para abordar el auge de los criptoactivos, y en particular las 'stablecoins' (monedas estables).
El analista de eToro reconoce que podríamos ver un mercado bajista en 2022, a medida que más países apuesten por su propia moneda digital. No obstante, indica que "el panorama de las criptomonedas tiene mucho más que ofrecer": "junto con la próxima iteración de Internet (Web 3.0 y el metaverso), naturalmente veremos una mayor afluencia de capital y usuarios en este mercado".
