Renta fija vs variable 

Otra señal bajista en bolsa: la escalada de la deuda marca el fin del ciclo alcista

El rendimiento de la financiación pública repunta ante las expectativas del incremento de los tipos de interés y el interés del bono de EEUU a 10 años se aproxima al 2,4%, en máximos desde mayo de 2019.

Los inversores no deberían preocuparse en exceso por las elecciones estadounidenses
Otra señal bajista en bolsa: la escalada de la deuda marca el fin del ciclo alcista
Pixabay

Tras las últimas reuniones de los bancos centrales que dejaron claro el nuevo escenario monetario, el presidente de la Reserva Federal de EEUU (Fed), Jerome Powell, sacudió el mercado de renta fija con un discurso aún más agresivo en el que no descartó una subida de tipos de hasta 50 puntos básicos y reducción de balance en mayo. "Hay una necesidad obvia de moverse rápidamente para devolver la postura de la política monetaria a un nivel más neutral", explicó. El cambio impulsó el interés de la deuda pública, lo que abre la puerta a nuevos inversores que hasta ahora apostaban por un mayor riesgo en busca de más rendimiento. Pero este escenario, por el contrario, también anticipa otra señal bajista para la renta variable, justo cuando las bolsas logran recuperarse de las pérdidas tras el estallido de la guerra en Ucrania

Este martes, el bono de EEUU a 10 años se aproximó al 2,4%, máximo desde mayo de 2019 y el lunes registró el mayor aumento desde el mes de enero. Los intereses que debe pagar el emisor de los bonos, en este caso EEUU, muestran la tendencia contraria a su precio. Es decir, el mercado de deuda pública registró importantes ventas. La tendencia que ya acumulaba el mercado de renta fija por el cambio previsto en la política monetaria se agravó este lunes tras la postura más 'hawkish' de Powell. Ayer "Wall Street descontó con una probabilidad del 64% que en la reunión de mayo la Fed optará por incrementar sus tasas oficiales en 0,5 puntos porcentuales", destacan desde Link Securities. Esta expectativa a corto plazo hace que incluso el interés de los bonos de menor duración, 3 y 5 años, sea mayor que el de 10 años. 

El endurecimiento de la política monetaria de la Fed se produce cuando las principales bolsas mundiales se han recuperado del 'shock' por la invasión rusa de su país vecino. El S&P 500 llegó a caer a mínimos desde junio de 2021, el Nasdaq 100 tocó su nivel más bajo desde mayo, ambos, incluso, con síntomas de corrección. El Ibex 35, principal selectivo español, llegó a marcar a principios de marzo mínimos desde noviembre de 2020. La situación ya se ha revertido. Los índices estadounidenses cerraron el viernes pasado su mejor semana desde noviembre de 2020, avanzando un 6,2% y un 8,4%, respectivamente. Por su parte, el Ibex firmó la última semana un pleno de subidas y la anterior logró su mejor periodo desde enero de 2021. 

Casi cuatro semanas después de la invasión rusa los inversores parecen haber valorado las consecuencias y han reducido su pesimismo tras la no respuesta militar de la OTAN, que limita la guerra al espacio ucraniano, y pese al impacto económico. Sin embargo, la elevada volatilidad y la mayor rentabilidad de la renta fija puede provocar un traspase de los inversores.

El mayor coste de la deuda pública es un factor que tradicionalmente ha pesado en contra de la renta variable. A lo largo de 2018 la Fed aceleró en la subida de tipos de interés con un alza de 0,25 puntos porcentuales cada tres meses. En diciembre alcanzó el 2,25%, la mayor tasa que ha registrado el banco central de EEUU desde 2008, coincidiendo con un mínimo de 20 meses del S&P 500. La autoridad monetaria, con Powell al frente, frenó el endurecimiento monetario al año siguiente y los meses posteriores volvió a rebajar las tasas, mientras que el índice estadounidense escaló hasta marcar máximos históricos, justo antes de la pandemia.

La deuda europea también sube pese a la divergencia del BCE

"El panorama actual es evidente: el mercado laboral es muy fuerte y la inflación es demasiado alta", afirmó Powell en una comparecencia este lunes después de que la semana pasada anunciara la primera subida de tipos de la Fed desde 2018. Los inversores están expectantes de hasta qué punto va a endurecer su política la Fed, aunque el presidente ya ha dejado claro el objetivo de controlar la inflación, incluso por delante del otro mandato de la reserva federal, promover el máximo empleo. Para ello también estudian adelantar la reducción de balance. La Fed cuenta actualmente con una cartera de 9 billones de dólares, casi un 140% más que antes de la Covid, y los expertos prevén una reducción de 500.000 millones hasta final de año. El objetivo es frenar la elevada inflación que en EEUU ya rozó el 8% en febrero, máximo desde 1982.

En la Eurozona, el repunte de los precios también marca máximos históricos y roza el 6% pero el Banco Central Europeo (BCE) se desmarca de la contundencia de la Fed y por el momento no pone fecha a la subida de tipos. De hecho, el vicepresidente Luis de Guindos afirmó este lunes que el alza de las tasas no se iba aplicar necesariamente una vez finalizados los programas de compras. Pese a ello, las rentabilidades de los bonos gubernamentales también suben con fuerza. El interés de la deuda alemana a 10 años, referencia considerada libre de riesgo, supera ya el 0,5% y marca máximos desde 2018. El bono español a 10 años se aproxima al 1,5% de interés, también en niveles inéditos desde algo más de tres años.

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