Estado del private equity

El capital riesgo despierta oportunidades para los gestores con 2024 en el horizonte

La desaceleración en la construcción de nuevos fondos se está viendo influenciada por el alza de tipos de interés pero en el sector se preparan para una nueva ola inversora tras un ejercicio en barbecho.

El sector del capital riesgo espera un repunte de la inversión.
El sector del capital riesgo espera un repunte de la inversión.
EUROPA PRESS

Los activos no cotizados sufrieron una desaceleración en el primer semestre de 2023 en términos de captación de fondos, actividad inversora y valoraciones a nivel global. Esta ralentización podría acentuarse durante lo que queda de año, en el caso de que siga siendo un riesgo. ¿Pueden abrirse posibilidades a partir de este punto?

Las cifras de captación de fondos son un útil indicador temprano de la actividad inversora y, en cierta medida, de la evolución de las valoraciones en los mercados privados. En el primer trimestre de 2023, la captación de fondos para infraestructuras experimentó una corrección de casi el 90% con respecto al año anterior, según Preqin. Eso sí, en el segundo periodo del ejercicio esa mejora remontó más de un 20%.

Por su parte, otras clases de activos –como la deuda privada– sólo disminuyeron un 10% en el mismo periodo. La captación de fondos de private equity buyout se mantuvo sin cambios, lo que indica una mayor estabilidad.

La captación de fondos de capital riesgo (venture capital) se redujo casi un 70% en el mismo periodo. La corrección en la captación de fondos de capital riesgo se produce después de la exuberancia que experimentaron las inversiones de riesgo en etapas avanzadas. Es decir, las salidas a bolsa tan importantes entre 2020 y 2021 en Wall Street.

“Creemos que ser muy selectivo en las inversiones de capital riesgo es un factor crítico de éxito”, esgrime Nils Rode, director de inversiones de Schroders Capital. “En concreto, recomendamos centrarse en inversiones que se alineen con las tendencias a largo plazo, aunque también buscamos oportunidades con potencial para captar una prima de complejidad; aquellas que requieren el despliegue de habilidades únicas para impulsar el crecimiento tanto orgánico como inorgánico de las empresas en cartera”, comenta.

En los próximos trimestres, desde la gestora prevén que las adquisiciones de empresas pequeñas y medianas superen a las grandes, debido en parte a un entorno de “dry powder” más favorable para las transacciones más pequeñas. Del mismo modo, consideran que las inversiones disruptivas en fases iniciales y de semilla sean más resistentes que las inversiones en fases posteriores o de crecimiento, debido a la misma dinámica.

“Por sectores, nos atraen especialmente las oportunidades centradas en la atención sanitaria. Por regiones, seguimos considerando atractivas Norteamérica, Europa Occidental, China y, especialmente, la India”, ahonda Rode.

Es probable que las operaciones dirigidas por un GP (GP-led) sigan cobrando importancia. Estas operaciones permiten que el mismo equipo directivo mantenga y desarrolle las empresas en cartera preferidas. “Con los mercados de OPV cerrados, prevemos una reducción de las salidas de fusiones y adquisiciones, por lo que las GP-leds deberían aumentar”, vaticina el experto de cara al futuro.

Deuda privada y alternativas de crédito

En lo que llevamos de 2023, la captación de fondos de deuda privada experimentó sólo un ligero descenso, cerca del 10%, en comparación con el mismo periodo del año anterior, según Preqin. Esta estabilidad es un reflejo de las atractivas condiciones de mercado para la deuda privada y las alternativas de crédito.

“Las condiciones de préstamo para los acreedores siguen siendo favorables, ofreciendo rendimientos ajustados al riesgo atractivos debido a la ampliación de los diferenciales, unos tipos básicos más altos y unas estructuras de operaciones más conservadoras con un menor apalancamiento, mayores aportaciones de capital y una documentación de préstamo más estricta”, expone Rode.

Las inversiones que ofrecen tipos de interés variables y el respaldo de activos tangibles, como la deuda de infraestructuras e inmobiliaria, son especialmente atractivas en opinión de la casa británica, ya que tales clases de activos proporcionan un respaldo explícito de activos y una sólida protección contra las caídas, y muchas oportunidades ofrecen vínculos contractuales o "de paso" con la inflación.

“Los valores a tipo variable también prevalecen en los sectores de los bonos de titulización hipotecaria, de activos y de préstamos garantizados (collateralised loan obligations)”, comenta el experto. “Estos valores están respaldados por deuda de vivienda, inmobiliaria y de consumo, así como por préstamos apalancados y préstamos directos, y pueden proporcionar diversificación dentro de una asignación a tipo variable”, añade.

El mercado de préstamos apalancados se ha revalorizado significativamente debido a un panorama económico cambiante con tipos más altos y menor disponibilidad de crédito, lo que ha llevado a una estructuración más conservadora de las nuevas operaciones y de la actividad de refinanciación.

Los valores vinculados a seguros ofrecen una valiosa diversificación en cualquier cartera de renta fija debido a su falta de correlación con los activos tradicionales. Además, los rendimientos están alcanzando niveles históricos debido a las catástrofes naturales y a la dinámica del mercado de seguros.

“La microfinanciación es otra estrategia que proporciona diversificación y rendimientos poco correlacionados, con carteras de tipo variable que ofrecen retornos estables, lo que la convierte en una opción atractiva para los inversores que buscan fuentes alternativas de ingresos”, concluye.

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