Podría llegar hasta 125

El supervisor europeo prepara 100 normas para estrechar la vigilancia sobre la banca

La Autoridad Bancaria Europea ha redactado su programa de trabajo para el periodo 2024-2026, que incluye avanzar con Basilea III, nuevas normativas y vigilar los criptoactivos y el uso de de la tecnología por los usuarios.

Campa (EBA) asegura que el impuesto no afectará a la solvencia de los bancos
Campa (EBA) asegura que el impuesto no afectará a la solvencia de los bancos
Europa Press

En marzo de 2023, dos pequeños bancos al otro lado del Atlántico desencadenaron una serie de turbulencias en los mercados financieros. Unos hechos que dieron lugar a la desaparición de estas entidades así como la compra de Credit Suisse por parte de UBS. Pese a que la crisis se cerró, la Autoridad Bancaria Europea (EBA) constata que generaron preocupaciones sobre posibles debilidades en el mercado global, el  sistema financiero y el riesgo de contagio para los bancos europeos. 

El supervisor europeo también cree que la perspectiva macro, amenazada por los riesgos geopolíticos y agudizados por la guerra rusa contra Ucrania, así como el aumento de la inflación en la UE y la subida de los tipos de interés tanto en la Unión Europea y como en los Estados requieren un mayor esfuerzo en la evaluación y seguimiento de la estabilidad financiera por parte del organismo que dirige el español José Manuel Campa. Del mismo modo, las elecciones europeas de 2024 y las prioridades que adoptará la nueva Comisión Europea pueden requerir nuevos ajustes en el programa de trabajo de la EBA.

Es por ello que la EBA ha publicado el programa de actuación para el trienio comprendido entre 2024 y 2026. En el documento, que ha tenido acceso La Información, el supervisor dará prioridad a la implementación de las reformas pendientes de Basilea III en la Unión Europea para garantizar que los bancos puedan resistir crisis futuras y preservar el correcto funcionamiento de los sistemas financieros europeo y mundial. 

Precisamente, esta reforma busca fortalecer el marco regulatorio mediante la introducción de enfoques más sensibles al riesgo con el fin de determinar los requisitos de capital y abordar las deficiencias del marco existente, incluso mediante un “piso de producción” que servirá como respaldo para el uso de modelos internos. Al mismo tiempo, esto contribuirá a completar el Reglamento Único en el sector bancario. Aunque existe incertidumbre sobre el número exacto de mandatos que la EBA realizará, la propuesta inicial recogía alrededor de 100 nuevas directrices aunque podría llegar hasta las 125.

Entre los ámbitos de actuación para 2024, el documento destaca la continuación de la aplicación de Basilea en la UE y la mejora del código normativo único, así como el seguimiento de la estabilidad y la sostenibilidad ESG mediante el análisis de riesgos. También los test de estrés centrarán la atención del organismo puesto que se llevarán a cabo nuevas pruebas de resistencia en 2025. Esto también se verá respaldado por los esfuerzos en proporcionar una infraestructura de datos que esté al servicio de las partes interesadas.

2024 atraerá nuevos focos bajo supervisión

El próximo año también será crucial en el sentido en el que la EBA tendrá que prepararse para asumir nuevas responsabilidades relacionadas con la supervisión de los proveedores de servicios de tecnología de terceros y la supervisión de los emisores de criptoactivos, para lo cual es necesario desarrollar nuevas capacidades. Además, el supervisor bancario preparará la transferencia de poderes y mandatos específicos relacionados con el programa de lavado de dinero y financiación del terrorismo. 

De esta manera,  la EBA seguirá dirigiendo, coordinando y supervisando la lucha del sector financiero contra el blanqueo de capitales y financiación de grupos terroristas. En ese sentido, publicará, por ejemplo, las directrices revisadas sobre estos factores. Al mismo tiempo aumentará el enfoque en la innovación y los consumidores, incluido el reto de facilitar el acceso a los servicios financieros con la entrada en vigor de las nuevas tecnologías. 

Para llevar a cabo estos objetivos, el organismo funcionará con recursos humanos y financieros prácticamente sin cambios en 2024, por lo que la autoridad necesitará tantas sinergias internas y externas como sea posible y priorizar los despliegues. "El presente programa de trabajo se beneficia de los cambios introducidos en la organización en últimos años para hacerlo más flexible, fortalecer su capacidad de planificación y garantizar que se pueda utilizar tecnología moderna y eficiente", señala el documento.

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