Materias primas

El cobre puede ser la próxima apuesta inversora tras la inteligencia artificial

La demanda del metal rojo vinculada a la electrificación de la economía se suma ahora al nuevo boom de metales por el auge de chips, redes y centros de datos por las infraestructuras que necesita la IA.

El precio del cobre repunta ante la tensión entre oferta y demanda.
El precio del cobre repunta ante la tensión entre oferta y demanda.
BHP vía La Información

El precio del cobre está viviendo un rally impresionante. Con una revalorización de más del 25% en un año, el metal rojo ha alcanzado un precio de 9.400 dólares por tonelada, su máximo en 14 meses. La demanda está rebasando a la oferta, creando escasez para la fabricación de coches, trenes, motores o transición energética, pero no todo es debido al dinamismo de la industria. También a la inteligencia artificial.

La resistencia de la economía y la solidez del empleo a los tipos de interés, sin duda son factores determinantes. Los datos más recientes muestran que la recuperación de la actividad manufacturera en Estados Unidos y China ha comenzado a producirse por primera vez desde finales de 2022, y eso es un gran estímulo para la economía global y las materias primas para uso industrial.

La buena marcha de la economía ha llevado a un aumento del 22% en el precio del cobre en doce meses y a superar los 9426 dólares por tonelada. Además, la expectativa de una posible reducción de las tasas de interés tanto en Estados Unidos como en Europa contribuye a su tendencia alcista esta tendencia.

En China, los proyectos de estímulo económico chinos están siendo también un motor para la cotización: la demanda de cobre del país aumentó un 12% en el primer trimestre de 2024, en comparación con el año pasado, impulsada por inversiones en la red eléctrica del país y la tecnología de energía renovable.

Cobre: un metal esencial para los centros de datos avanzados

Pero si hay algún país donde se espera un fuerte repunte de la demanda gracias al despegue de la inteligencia global es Estados Unidos, y el motivo es la construcción de centros de datos relacionados con la inteligencia artificial. El cobre es esencial en la industria de estos grandes centros de datos debido a su mejor rendimiento y menor coste que el cable óptico. Además, la ductilidad del cobre facilita la fabricación de componentes compactos, como conectores eléctricos.

Man Group, una destacada firma independiente de gestión de activos prevé que la construcción de centros de datos en Estados Unidos podría impulsar la demanda mundial de cobre entre un 0.5% y un 1%. Lo suficientemente para perturbar el equilibrio del mercado del cobre. Esta situación se ve agravada por la perspectiva de que estos centros de datos, se expandirán globalmente, augurando cambios importantes y posiblemente disruptivos en la demanda de cobre a nivel mundial.

“Si nos fijamos en la demanda procedente de los centros de datos y en la relacionada con la inteligencia artificial, el crecimiento se ha disparado de repente”, según Saad Rahim, economista jefe del operador de materias primas Trafigura. 

La demanda de cobre vinculada a la inteligencia artificial y los centros de datos podría sumar hasta un millón de toneladas métricas para 2030 y agravar los déficits de suministro hacia el final de la década.

Escasez de oferta y expectativas alcistas para el cobre

Por el lado de la oferta, las minas de cobre se sitúan mayormente en áreas de variada estabilidad política y social, abarcando regiones como América Latina, el Congo, Kazajstán y Mongolia. Se estima que un 3% a 5% del suministro global no logró entrar al mercado el año pasado debido a interrupciones tanto operativas como políticas.

Con respecto al año en curso, la situación sigue siendo incierta, especialmente considerando que se espera que Chile, responsable de aproximadamente el 65% del suministro mundial, enfrente complejas negociaciones salariales con los sindicatos. La creación de nuevas minas de cobre puede durar entre diez y quince años, indicando que no existen soluciones rápidas ante el inminente desbalance entre la oferta y la demanda.

Otras firmas especializadas en materias primas como Citi y Goldman Sachs también esperan desequilibrios e incrementos de precios. Citi ha aumentado su estimación del precio del cobre para los próximos tres meses a 9.700 dólares la tonelada, 10.000 dólares para el cuarto trimestre de este año y los 12.000 dólares en 2026. Goldman, por su parte, espera que el mercado de cobre entre en un déficit de suministro este trimestre y permanezca allí por el resto del año.

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