¿Cómo subirse a la ola? Goldman y sus siete propósitos para sacar partido a 2018

  • Mercados emergentes, la subida de tipos en EEUU y divisas asiáticas, entre las claves de inversión 
Apuestas de Goldman Sachs para 2018
Apuestas de Goldman Sachs para 2018

Se acerca la Navidad y con ella, los propósitos de cara al nuevo año. Si el suyo es sacarle un buen partido a sus inversiones, quizá le interesen las siete claves que da Goldman Sachs de cara a 2018, un año en el que el inversor podrá seguir aprovechándose del ciclo alcista en el que, al menos de momento, estamos inmersos. ¿Quiere subirse a la ola?  

La primera apuesta clave está en Estados Unidos, donde se espera que la Reserva Federal anuncie en breve nuevas subida de tipos. Aquí, la firma de análisis lo tiene claro: apuesta por posicionarse cortos sobre el bono de referencia, el 10 años. En concreto, calculan que su rentabilidad alcanzará el 3% el año que viene (desde el 2.32% actual). El organismo "ve las condiciones financieras más expansivas de lo que le gustaría y por tanto subirá tipos por encima de lo que descuenta el mercado", señalan. 

En materia de divisas, desde Goldman recomiendan posiciones largas en euro frente a yen para aprovechar la rotación en un dólar en transición. El cruce se apreciará porque, según explican, mientras que Japón mantendrá su política monetaria como está, los cambios en Europa unidos a cambios en posicionamiento de reservas de los bancos centrales, harán que el cruce se vaya para arriba.

El tirón de los emergentes se mantendrá el año próximo

Otra apuesta clara para Goldman está en los mercados emergentes. En ellos esperan revalorizaciones en torno al 15%, gracias a que los beneficios podrían avanzar por encima del 10% el año próximo, y al empujón que supondrán los flujos de inversión de inversores extranjeros.

Ante la perspectiva de que las próximas subidas de tipos en Europa tiren de los precios, Goldman se decanta por posiciones largas en inflación en Europa. Ven más factible un repunte del IPC en torno al 2%, que del 1,65% actual. De hecho, recuerdan que estamos ante los niveles más bajos de precios desde 2011. 

Ojo también a la diferencia entre el ciclo que atraviesa Estados Unidos y el de los emergentes. Para aprovecharlo, la firma se decanta por posicionarse largo en deuda emergente versus high yield (bonos de alto rendimiento y baja calificación crediticia) americano.

"El ciclo de crédito emergente, igual que el económico, es más joven que el americano. Por ello pensamos que el índice EMBI Global lo hará mejor que el mercado de US high yield en torno a un 6%", explican. En ello tendrá mucho que ver que los márgenes de las compañías americanas y su mayor exposición a sectores con problemas.

Ojo a las divisas asiáticas: la cesta puede rentar incluso un 10%

Una buena cesta, también en divisas, llevaría a ponerse largo en rupia india, rupia indonesia y won coreano y corto en dólar de Singapur y yen. Con esta combinación el año que viene podrían obtenerse rentabilidades en torno al 10%, gracias al crecimiento esperado en estas economías, como a las perspectivas de recapitalizaciones bancarias, subidas de tipos o flujos de capital en ellos. 

Por último, y ante sus perspectivas de un crecimiento mundial en el entorno del 4% (superior al que prevén otros organismos y expertos) y de alza de las materias primas no energéticas, optan por ponerse largo en real brasileño, peso chileno y sol peruano y corto en dólar estadounidense. Así podrían obtenerse revalorizaciones en torno al 8%. 

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