Las acciones de EiDF cerraron con una caída del 3,7% este miércoles, hasta 3,75 euros, en una jornada de altísima volatilidad dominada por la aparición de traders que operan en el intradía. Conforme se fueron, la cotización se desinfló. La sesión comenzó con una liquidación masiva en la apertura que llevó a la compañía a marcar un mínimo intradía en 3,1 euros (-20%). Desde ahí giró bruscamente al alza hasta los 4,78 euros (+22%) que suponía un rebote de más del 50% de mínimo a máximo. El volumen de compraventa volvió a reflejar la alta actividad con un 744.628 títulos cambiando de manos por un importe de 3 millones de euros.
El 'crash' acumulado entre lunes (-70%), martes (-56%) y miércoles (-3,7%) se eleva hasta el 87% en el acumulado de las tres sesiones y ha supuesto la pérdida de 1.500 millones de euros de capitalización bursátil. Las acciones de la empresa fotovoltaica gallega estuvieron suspendidas de cotización durante casi cuatro meses y medio pero volvieron al mercado el lunes con el visto bueno de la CNMV, pero envueltas en un clima de desconfianza hacia las cuentas de la empresa.
Cuando fueron suspendidas el 14 de abril, las acciones de EiDF cotizaban a 29,76 euros, frente a los 4,2 euros de su colocación en bolsa en julio de 2021. Como resultado, la compañía fundada por Fernando Romero, que cotiza en el BME Growth, mantiene un mercado actual algo superior a los 300 millones de euros, en comparación con los 1.721,5 millones de euros que tenía cuando fue suspendida.
La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) decidió levantar la suspensión cautelar sobre la empresa la semana pasada. Esta decisión se tomó después de que la empresa proporcionara información suficiente al público sobre las circunstancias que llevaron a la suspensión. Esta información incluye comunicaciones de información privilegiada realizadas por la propia empresa desde la fecha de suspensión, así como un informe adicional solicitado por la CNMV.
La CNMV acusó a EiDF Solar de no proporcionar información completa al mercado, omitiendo el resumen ejecutivo del informe forense realizado por Deloitte, y de realizar "omisiones muy relevantes". La semana pasada, la CNMV envió un requerimiento a la compañía en el que comunicaba que la información presentada en su momento, incluidas las cuentas reformuladas después de más de cuatro meses de suspensión, era incompleta y podía "inducir a confusión al público".
En ese requerimiento, el organismo dirigido por Rodrigo Buenaventura advirtió a la empresa dirigida por Fernando Romero que el informe forense de Deloitte incluía un relato de hechos y evidencias "de gran trascendencia" para los accionistas de EiDF. En particular, destacaba las evidencias de un "posible falseamiento de documentos por parte de la compañía, dada su especial relevancia".
Hace dos semanas, EiDF presentó sus cuentas reformuladas correspondientes al ejercicio 2022. El grupo, debido a desacuerdos con PwC, no pudo presentar sus cuentas del año anterior dentro del plazo legal y posteriormente contrató a Deloitte para llevar a cabo una investigación sobre las discrepancias en el proceso de auditoría. Tras la presentación de estas cuentas, la CNMV instó a EiDF a publicar la información adicional solicitada y el resumen ejecutivo completo del informe forense. La compañía no cumplió con esta petición en el plazo establecido.
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