El Tesoro ha adjudicado este martes 2.052,8 millones de euros en Letras a corto plazo, 3 y 9 meses, con una rentabilidad que sigue al alza y en el caso del papel a 9 meses roza ya el 3%. De esta manera, se cumple el objetivo de captación marcado por el organismo, que buscaba entre 1.500 y 2.500 millones de euros.
El interés aplicado para el papel a 9 meses ha sido del 2,839%, superior al 2,380% de la puja de diciembre, y lo que supone un máximo histórico. El importe adjudicado en las letras a 9 meses se ha situado en los 1.532,69 millones. En letras a tres meses, el Tesoro ha venido 520 millones de euros, a un rendimiento marginal del 2,198%, también muy superior al 1,645% anterior. Esta rentabilidad supone marcar máximos desde 2012.
Las Letras del Tesoro volvieron a rentabilidades positivas en la segunda mitad del año 2022 gracias al cambio en la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE). El organismo que preside Christine Lagarde elevó los tipos de interés de la eurozona hasta el 2,5% en diciembre, lo que provocó que la rentabilidad de la deuda soberana también virara al alza.
Objetivos para 2023
La pasada semana, el Tesoro presentó su estrategia de financiación para 2023, un ejercicio en el que llevará a cabo una emisión neta de 70.000 millones de euros. El Tesoro espera que, al igual que el pasado año, los costes de emisión de la deuda se mantengan al alza durante este ejercicio, aunque de forma "contenida".
Pese a que el Tesoro ha tenido que elevar el interés aplicado a las letras en la la puja de hoy, la demanda por parte de los inversores ha sido muy elevada, y ha superado los 7.822 millones de euros. Y es que tanto no solo bancos y aseguradoras están invirtiendo en deuda del Tesoro, sino que ha aumentado el interés del inversor particular ante la ausencia de depósitos remunerados.
De esta manera, la ratio de la puja -diferencia entre lo demandado y lo finalmente colocado- ha sido muy alta, de 3,8 veces. El volumen colocado, esos 2.052 millones de euros, se ha situado en la parte media del objetivo previsto por el Tesoro, que se situaba entre los 1.500 y los 2.500 millones de euros.
