Falta de alternativas

Las empresas se suman a la fiebre de las Letras y disparan su inversión un 220%

Las sociedades no financieras controlan casi el 9% del papel total en circulación, por valor de 6.371 millones, cifra que se ha incrementado de manera continuada durante el primer semestre del año ante el alza de la rentabilidad. 

Banco de España
Las empresas se suman a la fiebre de las Letras y disparan su inversión un 220%. 
Carlos Lujan/ Europa Press

Las Letras del Tesoro se han convertido en el producto financiero por excelencia de 2023. La subida escalonada de los tipos de interés y el rechazo inicial del sector bancario a remunerar los depósitos ha llevado a los inversores a apostar por el papel. Nadie ha dado más interés. Esto ha quedado patente a través de las largas colas de ahorradores particulares que se han formado en el Banco de España. Aunque no lo han hecho de forma física, las empresas españolas también se han sumado a este 'boom' a través de sus departamentos financieros, duplicando la tenencia de Letras en cartera.

Según datos del Banco de España, las sociedades no financieras han destinado a Letras del Tesoro hasta un total de 6.371 millones hasta junio (último dato disponible), cantidad que supone casi doblar la cifra contabilizada al cierre de enero (3,324 millones) y multiplicar un 223% el volumen con respecto al cierre de diciembre de 2022, cuando apenas llegaba a los 1.971 millones. Si bien se aprecia una ligera reducción entre el colocado en junio en comparación con mayo, el repunte ha sido escalonado a lo largo del primer semestre.

"Los directores financieros de las empresas han decidido destinar la tesorería directamente a las Letras, con las que obtienen tres o cuatro veces más de rentabilidad que si apuestan por un depósito", precisa Víctor Alvargonzález, fundador y CEO de la firma de asesoramiento independiente, Nextep Finance. Pese a ello, el montante que destinan es inferior a los más de 16.600 millones que han atesorado los hogares en el mismo periodo, frente a los 1.826 millones que contabilizaban al cierre de 2022, lo que supone disparar un 800% más.

Su comportamiento ha ido en línea con la evolución de la rentabilidad de las Letras, que se ha instalado en máximos de una década, aunque en algunos tramos ya da síntomas de estancamiento. En la subasta celebrada el pasado martes, el interés de las letras a seis meses ha experimentado una subida mínima desde el 3,665% al 3,679%, su nivel más alto desde 2012 y a doce meses se mantiene en el 3,8%, similar al de la colocación anterior.

Esta evolución se registra una semana antes de la reunión del Banco Central Europeo (BCE), sobre la que existe una gran incertidumbre al no estar claro si ejecutará la que puede ser la última subida de tipos, previsiblemente de 25 puntos básicos, hasta el 4,5%. Del mensaje que traslade el próximo jueves la presidenta del organismo con sede en Fráncfort, Christine Lagarde, dependerá el rumbo que registren a partir de ahora.

Pese a ello, la "demanda se va a mantener por una temporada", según apunta el director de inversiones de Finaccess Value, Alfonso de Gregorio. El experto argumenta esta decisión en el hecho de que el BCE tardará en decretar una bajada de los tipos de interés, pese a que la pausa esté cerca, dado que la inflación todavía se mantiene en niveles elevados. Por tanto, las Letras presentan recorrido como inversión, al menos en el corto plazo.

En conjunto, las empresas han canalizado casi el 9% de las Letras emitidas que, al cierre de junio superaba los 71.000 millones de euros, la cifra más baja del año después de que experimentase una reducción paulatina. De esta cantidad, el grueso está en manos de los inversores extranjeros, que concentran más de 23.000 millones, además de los hogares. El resto se distribuye entre fondos del mercado monetario e intermediarios financieros (8.152 millones), que engloba fondos de inversión o aseguradoras, entre otros; instituciones financieras monetarias (12.947 millones) o las administraciones públicas (3.250 millones). 

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