Por debajo del 2,9%

El Euríbor se estanca en diciembre con margen para la próxima subida del BCE

El índice de referencia de las hipotecas registra dos semanas de consolidación en vísperas de que el banco central suba los tipos por última vez en 2022 y desvele algunas pistas sobre lo que hará en 2023.

Christine Lagarde reaparecerá el jueves para explicar la última decisión sobre tipos del BCE.
Christine Lagarde reaparecerá el jueves para explicar la última decisión sobre tipos del BCE.
SANZIANA PERJU / ECB vía La Información

Si es cierto el dicho de que tras la tempestad, llega la calma, también lo es en ocasiones su versión opuesta. El Euríbor a 12 meses, la referencia de las hipotecas españolas, registra días de asueto como no sucedía desde el pasado verano cuando se estabilizó en torno a la cota del 1%. Visto de otro modo, el índice que marca el coste de financiación mayorista entre los bancos del euro se ha estancado después de dos frenéticas carreras al alza en menos de un año que le han llevado desde el -0,5% a las puertas del 3%. 

Su cotización en los últimos días permanece anclada en el rango del 2,8% al 2,9%, de modo que su promedio tras la primera semana de diciembre apenas sube 2 puntos básicos (2,849%) respecto al fijado en noviembre en el 2,83%. Su frágil estabilidad podría romperse a partir del próximo jueves cuando el Banco Central Europeo (BCE) salga a escena para anunciar la cuantía del aumento de tipos de interés y publique las proyecciones macroeconómicas de crecimiento e inflación en la zona euro para 2023.

A todas luces, la semana que viene será clave para los mercados con altas dosis de volatilidad motivada por la habitual rotación de carteras del cierre de ejercicio y las reuniones de los dos bancos centrales más poderosos, eventos que quizá algunos inversores aguardan exhaustos tras un intenso 2022. Por el lado de los tipos parece haber poco margen para las sorpresas que pueden llegar por el lado del balance, como publicó 'La Información'.

"Se espera de firmemente una subida de 50 puntos básicos por parte de la Fed. Con la preocupación por las recientes caídas pronunciadas de los rendimientos de los bonos del Tesoro y del dólar, es probable que terminemos con una tasa de interés final más alta que la que indicó el banco en septiembre. Para el BCE, creemos que ha aumentado el riesgo de un aumento de 75 puntos básicos; aún así, esperamos un aumento de 50 pb, respaldado por una comunicación agresiva como compromiso", explican Adam Antoniak y Frantisek Taborsky, economistas de ING.

Los efectos directos de un aumento de tipos de interés en los intereses interbancarios parecen descontados. El Euríbor a 12 meses tiene un margen de 80 puntos básicos para absorber el próximo movimiento del BCE. El índice a seis meses, también usado como referencia hipotecaria, se encuentra en el 2,46%, mientras que la referencia a 3 meses acaba de cruzar el 2%. Los expertos consideran que la desaceleración en la escalada de los índices de corto plazo puede indicar cierto techo para el coste del dinero interbancario. También apunta en este sentido la desaparición de la eleva prima con la que venía cotizando el indicador a 1 año del Euríbor.

Sin embargo, lo que si puede provocar mayores fluctuaciones en los tipos interbancarios es la bajada de la marea de liquidez que extendió el BCE por la pandemia y que comienza a retirarse provocando un endurecimiento adicional de las condiciones de financiación. Según los últimos datos del banco central, las entidades bancarias han procedido a devolver el 39% de los más de 2 billones de euros del programa TLTRO de financiación a tres años vista que concedió el BCE en condiciones ventajosas. Solo en dos semanas, la devolución de préstamos roza los 740.000 millones de euros.

Se trata de una menor liquidez disponible para los bancos y, en consecuencia, habrá menor financiación disponible para inversores, empresas y hogares pese a los habituales discursos de las autoridades económicas, banqueros y 'ad lateres' que han enarbolado la bandera del 'todo va bien' habitual en las crisis acerca de la salud del sistema financiero. Los datos siguen llegando en diferido a los economistas pero el BCE dará pistas la semana que viene cuando se refiera a los efectos de la recesión sobre la demanda de crédito y ponga el foco sobre la capacidad de la banca.

Fuentes de la banca explican a 'La Información' que las estadísticas del cierre de 2022 comienzan a registrar una caída en el apetito hipotecario, el aumento del celo de los banqueros a la hora de prestar y los efectos del drástico encarecimiento de los costes de financiación que se han registrado desde marzo. Los diferenciales de crédito están revolucionados. En el caso del Euríbor, el salto interanual de noviembre supera los 330 puntos básicos, récord de los archivos de la moneda única. Traducido a metálico, los propietarios de una deuda ligada a la adquisición de vivienda sufrirán un incremento de unos 1.500 euros anuales por cada 100.000 de préstamo si tienen una hipoteca referencia al Euríbor a 12 meses.

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la hipoteca media de nueva constitución se sitúa en torno a los 143.000 euros. En realidad, no es el préstamo habitual pese a que es el importe que aparece en los titulares de los medios no especializados. La Asociación Hipotecaria Española (AHE) radiografía cada año al sector hipotecario y sitúa en los 82.000 euros la hipoteca media pendiente en España, cuya edad media es de unos 8 años.

 Tomando como referencia este dato, el impacto de la subida de los tipos es menos alarmante de lo que pudiera parecer. Pese a ello, el Gobierno ha forzado a la banca a poner en marcha un plan especial hogares con ingresos inferiores a 30.000 euros que tengan hipoteca a tipo variable con carencias, extensiones del plazo de devolución y una suerte de tope al Euríbor. En realidad, quienes se acojan a ello probablemente encarecerán el coste de su préstamo a largo plazo pese a que mitigarán el incremento de cuota a corto.

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