El mayor fondo soberano del mundo sufre las consecuencias del 'horribilis' 2022 para los mercados. El Fondo Global de Pensiones del Gobierno de Noruega ha registrado unas pérdidas récord de 1,63 billones de coronas noruegas (alrededor de 151.763 millones de euros). La invasión rusa de Ucrania, la elevada inflación y la subida de los tipos de interés han arrastrado a este gigante a los números rojos. La firma también cuenta con una elevada exposición al sector tecnológico, cuyas valoraciones han registrado una fuerte corrección.
En concreto, la rentabilidad de sus inversiones ha experimentado una caída del 14,1%, su mayor caída desde el ejercicio 2008, inicio del estallido de la burbuja inmobiliaria, cuando el retroceso alcanzó el 23,3%. El elevado peso de la renta variable en su cartera, con una exposición que roza el 70%, han contribuido a este desplome, tras ceder más de un 15%.
"El mercado se ha visto afectado por la guerra en Europa, la alta inflación y el aumento de los tipos de interés. Esto ha tenido un impacto negativo tanto en el mercado de acciones como el de bonos al mismo tiempo, lo cual es muy inusual", ha precisado el consejero delegado de Norges Bank Investment Management, Nicolai Tangen, quien destaca el sector energético como el único que se ha salvado de las turbulencias.
En cuanto a la renta fija, que representa algo menos de un tercio de portafolio, también se ha contraído un 12,1%. Únicamente las inversiones en infraestructuras no cotizadas, sector en el que cuenta con una participación residual (+0,1%) ha logrado un retorno del 5,1%. Por su parte, el inmobiliario que no cotiza en bolsa apenas contribuye con una modestia ganancia del 0,1%.
En sus cuentas destacan también la depreciación de la moneda local que ha contribuido a elevar el valor del fondo en 642.000 millones de coronas (59.518 millones de euros). Al cierre del año, el valor en coronas del vehículo inversor era de 12,42 billones (1,15 billones de euros). La firma, que destina en el exterior los ingresos procedentes del gas y el petróleo y está gestionado por la entidad adscrita al banco central noruego, NBIM, tenía un valor de 12,4 billones de coronas noruegas (unos 1,13 billones de euros).
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