Lisboa, 21 nov.- La cotización del Banco Comercial Portugués (BCP) se disparó hoy hasta alcanzar picos del 30 % apenas once días después de que sus títulos alcanzaran su valor mínimo, establecido en diez céntimos.
La apertura de la primera sesión de la semana de la Bolsa de Lisboa mostró una mejoría sobresaliente del BCP -entidad participada por la española Banco Sabadell-, cuyo valor bursátil había caído en picado durante los últimos meses.
Ya la semana pasada sus títulos comenzaron a repuntar y pasaron a comprarse de 10 a 12 céntimos (+20 %), y hoy llegaron a venderse a 16.
Las informaciones divulgadas este fin de semana en la prensa portuguesa sobre el posible interés de la Sociedad Nacional de Combustibles de Angola (Sonangol) de reforzar su posición en el accionariado del banco son la principal razón esgrimida por los analistas para justificar la subida de hoy.
Sonangol es actualmente el principal accionista del BCP, con 14,59 por ciento de los títulos, seguido de las constructoras lusas Teixeira Duarte (7,81 %) y José Berardo (6,22 %), detrás de las que se sitúa el Banco Sabadell (4,43 %).
El valor en Bolsa del BCP hoy es de 1.080 millones de euros, una quinta parte del que era a 31 de marzo de 2010, cuando superaba los 5.500 millones de euros.
Sólo en el último año sus acciones pasaron de cotizar a 58 a céntimos a situarse en el entorno de los 10 céntimos, a lo que también contribuyó la ampliación de capital de 1.300 millones de euros llevada a cabo en junio y que diluyó aún más su precio por título.
El bajo precio de su acción convirtió al BCP en presa de los inversores a corto plazo ("short selling" en inglés) por la posibilidad de lograr un rápido beneficio.
En este tipo de operaciones, llamadas "ventas al descubierto", los inversores adquieren prestados unos títulos -a cambio de una comisión- cuyo precio creen que va a bajar, los venden y esperan a que se devalúen.
En ese momento, los vuelven a comprar a un coste menor y de esta forma obtienen una plusvalía.
La fuerte subida de hoy del BCP, acompañada de aumentos significativos en el resto de entidades financieras lusas, no fue sin embargo suficiente para evitar que la Bolsa de Lisboa siguiera en rojo a las 11.00 GMT, cuando su principal índice, el PSI 20, caía un 0,58 por ciento, hasta los 5.410,58 puntos.
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