Reunión el 27 y 28 de julio

Powell se desmarca de Lagarde: la Fed se dispone a poner fecha a su 'tapering'

La economía estadounidense, a diferencia de la europea, está lanzada en todos los parámetros (inflación, empleo y crecimiento) para que el banco central para anunciar el principio del fin de los estímulos.

Lagarde y Powell, en primera línea de la crisis económica.
Lagarde y Powell, en primera línea de la crisis económica.
L. I.

La Reserva Federal (Fed) ultima los preparativos de la reunión más esperada de la actual crisis del Covid-19: aquella que marcará el principio del fin de los estímulos monetarios masivos adoptados en el último año y medio. Entre el martes y miércoles, el banco central que gobierna Jerome Powell marcará una hoja de ruta mucho más clara que la dibujada esta semana por el BCE. Mientras Christine Lagarde se ha esforzado en dejar todas las puertas abiertas y mantiene sin fecha el endurecimiento monetario, sus homólogos en EEUU tienen las cosas mucho más claras y marcarán el calendario en rojo.

El FOMC (comité de política monetaria de la Fed) celebra su reunión de dos días con todo a favor para activar el principio del fin de los estímulos de la crisis del Covid-19. Lo hace presionada por un balance que ha cruzado la barrera de los 8 billones de dólares, un 100% o 4 billones más desde marzo de 2020, a golpe de expansión del crédito y compras de activos como bonos del Tesoro o valores hipotecarios. Los datos, a priori, respaldan al banco central en la toma de su decisión más difícil con el inicio del tapering. La economía de EEUU sigue creciendo con fuerza -a ritmo anual del 7% en 2021-, la inflación está por encima del objetivo -se situará en el 3,4% este año- y el mercado laboral cierra las heridas del Covid con la creación de 850.000 empleos solo en junio.

Tiffany Wilding, economista de PIMCO, considera que no habrá un movimiento inmediato pero sí en diferido. “El resultado más probable de la reunión es que se confirme nuestro calendario de anuncio del tapering en diciembre. Sorprendentemente, los firmes datos de la inflación tendrán pocas consecuencias, si es que tienen alguna, en la reunión de julio de la Fed”. Sin embargo, la experta reconoce que “no se puede descartar" un escenario en el que el FOMC proporcione un “aviso adelantado” en esta reunión de julio, señalando a septiembre para el anuncio del tapering. “Hay siete miembros del FOMC pronosticando subidas de tipos en 2022 y probablemente prefieran que el tapering sea más pronto y más rápido de lo previsto por el consenso. No creemos que Powell sea uno de ellos, pero no podemos descartar un compromiso con esos miembros”, explica.

Diciembre, el anuncio formal

En este sentido, hay una creciente agresividad en los puntos de vista expresados por varios miembros del FOMC dada la fortaleza de la economía y el hecho de que la inflación está en más del doble de su objetivo del 2%. “Por ejemplo, el presidente de la Fed de San Luis, James Bullard, históricamente ha sido visto en el extremo más moderado del espectro de miembros del FOMC, sin embargo, en los últimos meses es posiblemente uno de los más agresivos al defender una inminente reducción”, apuntan los economistas de ING, Chris Turner y James Knightley.

Si bien es probable que la reunión del FOMC de julio no sea el gran evento esperado de la política monetaria, sí es muy probable que se convertirá en la cita que marque el debate en agosto sobre una cuestión delicada que mantiene tensos a los inversores. “No nos sorprendería escuchar a Jerome Powell hablar un poco más sobre las discusiones en torno al camino de la puesta a punto. Sospechamos que la próxima Conferencia de la Reserva Federal de Jackson Hole a finales de agosto verá a los funcionarios de la Fed comenzar a sentar las bases para una reducción gradual de la QE (estímulos) con esto desarrollado con más detalle en la reunión del FOMC de septiembre antes de ser anunciado formalmente en diciembre. Predecimos una reducción relativamente rápida que hace que las compras de activos finalicen en el segundo trimestre de 2022”, añaden Turner y Knightley desde ING.

Powell defenderá una vez más de las presiones para no mover ficha de forma inmediata pese al recalentamiento de la economía. El argumentario del gobernador de la Fed se centrará una vez más en que el repunte de la inflación es temporal y que no tiene efectos de segunda ronda. También volverá a echar mano de una retórica poco común en los últimos tiempos entre las autoridades políticas y económicas: la responsabilidad ante el error y la humildad ante la dimensión de la actual crisis. "No estamos fuera de peligro en este momento. En mi opinión, sería prematuro, muy prematuro, declarar la victoria sobre la pandemia -aseguró Powell en junio-. Este es un momento extraordinariamente inusual, y realmente no tenemos ninguna experiencia sobre una situación como esta, así que creo que tenemos que ser humildes sobre nuestra capacidad para entender los datos”  

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