Estrategias de inversión

Las reglas básicas para empezar a invertir en bolsa

El principal riesgo de la renta variable es la incertidumbre sobre sus rendimientos. Pese a que el comportamiento de los mercados es impredecible, se pueden aplicar algunas reglas para tratar de evitar o, al menos minimizar, las posibles pérdidas.

Un panel del Ibex 35 en el Palacio de la Bolsa el martes 18 de julio.
Las reglas básicas para empezar a invertir en bolsa
Europa Press

Invertir en bolsa permite rentabilizar los ahorros, pero también tiene riesgos asociados. La rentabilidad puede ser negativa si el precio de venta es inferior al de compra. Por eso, para empezar a invertir es importante ser consciente del paso que vamos a realizar y saber cómo funcionan los mercados.

Los inversores negocian en la bolsa la propiedad de una parte de la empresa, que es lo que representan las acciones. La CNMV las define como “un valor que representa una parte proporcional del capital de una empresa”. Su precio –denominado cotización- varía en función de la oferta y la demanda. Es decir, cuanta más demanda haya, más subirá el precio. O cuando hay poca oferta, también costará más comprar una acción. Esto dependerá de muchos factores y puede ser muy volátil.

La volatilidad es la variabilidad de la rentabilidad de un valor -cuánto sube y baja) respecto a su media en un periodo de tiempo determinado-. Es una forma de medir el riesgo de precio. En ese sentido, la CNMV advierte que “el principal riesgo de la renta variable es la incertidumbre sobre sus rendimientos”. Pese a que el comportamiento de los mercados es impredecible, se pueden aplicar algunas reglas para tratar de evitar o, al menos minimizar, las posibles pérdidas.

No invertir en lo que no se conoce

Uno de los primeros pasos antes de invertir debe ser informarse acerca de la inversión que se va a realizar. La información es una herramienta fundamental para el inversor y debe utilizarla para decidir en qué acciones va a invertir. Peter Lynch, que gestionó el fondo más rentable durante más de 10 años, uno de los consejos que repetía era que “no debes comprar una acción porque esté barata, sino porque sepas mucho sobre ella”.

Diversifica para gestionar riesgos

Entre los consejos más repetidos a la hora de invertir destaca la diversificación. Se trata de una estrategia de inversión que se basa en la idea de que es menos arriesgado comprar un poco de muchas cosas, que mucha cantidad de una sola cosa. El riesgo de concentración es la posibilidad de sufrir pérdidas por invertir una proporción demasiado elevada del dinero disponible en un solo activo o tipo de activo.

Para evitarlo, se debe diversificar. Es decir, repartir el dinero entre varias inversiones distintas. El inversor deberá mantener una cartera con activos con distintos niveles de riesgo y rentabilidad potencial, de distintos sectores de actividad -industria, servicios, alimentación, nuevas tecnologías, banca, energía, construcción...- o de distintas zonas geográficas. Así, las posibles pérdidas de unas inversiones podrían compensarse con las ganancias de otras.

Invierte a largo plazo

El horizonte temporal de la inversión es una de las decisiones que se deben tener en cuenta. En general, un horizonte temporal muy largo permite asumir más riesgo, en busca de rentabilidades superiores. Por eso, la CNMV recomienda para la mayoría de inversores minoristas, “concebir la inversión como estrategia a medio o largo plazo, lo que reduce el riesgo de precio”.

Evita invertir el fondo de emergencia

El importe de la inversión se debe decidir en función de la situación financiera de cada inversor y teniendo en cuenta que existe la posibilidad de registrar pérdidas. En ese sentido, hay que conocer un concepto clave para la planificación financiera personal: el fondo de emergencias. Se trata de “unos ahorros apartados como colchón de seguridad para poder afrontar gastos imprevistos importantes y protegerte en caso de sufrir una pérdida de ingresos por cualquier motivo”, explica la CNMV. Ese importe no se debe invertir en bolsa ya que no se sabe cuándo podrías necesitarlo.

Invierte según tu perfil

No todo el mundo tiene las mismas características económicas, ni objetivos. La situación financiera y personal determinará el perfil del inversor y a partir de él se debe establecer el estilo de inversión y el riesgo que debe y puede asumir cada inversor. El riesgo es uno de los principales puntos a tener en cuenta, qué nivel de beneficio o pérdida espera aplicar a la inversión según la aversión al riesgo.

Además, existe un componente subjetivo vinculado con la forma de ser y la disposición psicológica a asumir pérdidas del inversor. Pese a que su situación económica y otros factores permitan un perfil que asuma mayor riesgo, no todo el mundo se siente cómodo con la posibilidad de perder parte de sus ahorros.

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