El concepto 'skin in the game', popularizado por Nassim Taleb en su obra literaria, es un concepto muy presente por parte de la industria de fondos de inversión. El término "jugarse el pellejo" es algo que, por ejemplo, Warren Buffett suele aplicar a sus inversiones al defender que la 'cúpula' de una compañía debería ser accionista y jugarse el dinero con el resto de accionistas que sí han apostado por una buena marcha de la cotizada.
La idea del 'oráculo de Omaha' tiene todo su sentido. El por qué obedece a que los directivos tomarían así decisiones que buscaran aliarse con las de los accionistas y contribuir a no destruir valor. Algo que también tienen como criterio numerosos fondos de inversión españoles y que van más allá de los fundamentales (resultados empresariales) o ventajas competitivas que tengan dichas compañías.
El discípulo de Buffett en España, Francisco García Paramés, también es otro gran defensor de este tipo de inversiones. El fundador de la gestora Cobas Asset Management siempre ha demostrado que las empresas familiares tienen más posibilidad de supervivencia que las que son más recientes y evolucionan de manera más satisfactoria que el resto. Algo que sería respaldado por otras gestoras 'value' como Metagestión o AzValor, por citar dos casos.
Por ejemplo, la gestora Horos en su última carta trimestral da datos de su apuesta por las empresas familiares. "Del total de menos de 50 compañías en las que invertimos a través de nuestros fondos Horos Value Iberia y Horos Value Internacional, aproximadamente 30 tienen un accionariado controlado por su equipo directivo o con participación que denote que se estén jugando su pellejo, lo que nos da tranquilidad en cuanto a qué podemos esperar de su gestión de capital".
Con este escenario de mercado, ¿qué compañías hay en España que sean de tipo familiar? El número es muy amplio y al contrario de lo que pueda pensar, no implica que su tamaño sea reducido. Por ejemplo, Inditex, Mercadona o Ferrovial son tres de ellas. Amancio Ortega, fundador de la primera, tiene en su poder un 59,294% del capital mientras que Rafael del Pino, presidente de la empresa de infraestructuras, ostenta un 20,134% del total de títulos.
En el Mercado Continuo también hay auténticas joyas para los gestores españoles. En Gestamp el mayor accionista es Acek, vehículo inversor de la familia Riberas, con su presidente Francisco J. Riberas siendo (curiosamente) también del Instituto de la Empresa Familiar. En el capital de la compañía hay presencia de más de un centenar de fondos, entre los que destacan el Magallanes Iberian Equity, el EDM Inversión, el Gesconsult Renta Variable o el Santander Small Caps España.
Otras compañías con fuerte presencia de fondos españoles y gestionadas familiarmente serían Meliá Hotels, Barón de Ley o Aperam. Además, también invierten en títulos extranjeros como la portuguesa Corticeira Amorim. El líder mundial en la industria del corcho cuenta con un 75% del capital en manos de la familia Amorim, que tiene gestoras españolas en su capital como Metagestión, Gesconsult, Horos, Magallanes o Santander.
A finales de 2018, la gestora de Credit Suisse en España daba un paso más al lanzar el fondo CS Family Business. El producto de renta variable global invierte al menos un 50% en renta variable, de la que, como mínimo un 90% será en compañías familiares en las que sus fundadores tengan como mínimo un 20% de participación o de los derechos de voto. Por su parte, el March International The Family Businesses Fund Class invierte también en este tipo de compañías que, según señala el gestor, "el valor intrínseco de las empresas (visión a largo plazo, bajo endeudamiento...) hace que se comporten mejor en momentos de crisis económica, por ejemplo".
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