Máximos históricos

SEPI y Amber disparan sus plusvalías con Indra en bolsa tras el tono bélico en la UE

El contratista estatal acelera en bolsa tras los resultados anuales, que coinciden con un inédito discurso de Von der Leyen (UE) llamando al "despertar" de la industria de defensa ante el riesgo de guerra con Rusia.

Edificio de Indra
Edificio de Indra
CONTACTO vía Europa Press

Indra está disparada en bolsa tras sus resultados anuales. Lo está aún más después del inédito discurso de la presidenta de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen, llamando al "despertar urgente" de los países europeos en el marco de la nueva Estrategia Industrial Europea de Defensa que supondrá miles de millones de inversión para el sector. "Puede que la amenaza de guerra no sea inminente, pero no es imposible. No hay que exagerar los riesgos de guerra, pero hay que prepararse para ellos. Y eso empieza por la urgente necesidad de reconstruir, reponer y modernizar las fuerzas armadas de los Estados miembros", aseguró. 

Al calor de ese posicionamiento desde Bruselas, las acciones de Indra están a punto cerrar su mejor semana en los mercados desde octubre de 2022 con un avance superior al 10% que le catapultan al liderato del Ibex 35 por revalorización en 2024, con un ascenso acumulado del 25%. Siendo rigurosos, su cotización está en máximos históricos teniendo en cuenta el ajuste del pago de dividendos que se debe realizar a toda la serie histórica. Lo contrario es un error pese a que la mayoría de gráficos en muchas herramientas web no lo recogen.  

El núcleo duro de la SEPI supera el 50% del capital

Sin embargo, hay un factor adicional que ha impulsado a Indra en bolsa más allá de la buena acogida a sus cuenta corporativas o el catalizador de Von der Leyen. Se trata del cambio de control en el perímetro accionarial de la compañía que se ha producido en las últimas semanas y que ha pasado un tanto desapercibido. 

Desde mediados de enero, los cuatro socios del núcleo duro accionarial promovido por el Gobierno en torno a la SEPI ha superado la barrera de la mayoría absoluta, es decir, más del 50% de las acciones y votos, según el informe de gobierno corporativo. Oficialmente, no hay concertación. La CNMV descartó que se produjera pese a que criticó el cambio de control en el consejo de administración en 2022.

En el informe presentado esta semana, el brazo inversor gubernamental SEPI declara poseer el 28% de las acciones de Indra. Escribano (Advanced Engineering and Manufacturing) cuenta con un 8% y Joseph Oughourlian (Amber Capital) tiene el 7,24%. SAPA Placencia, el contratista vasco de la familia Aperribay, elevó el pasado enero del 5% al 7,94% su posición, con lo que el porcentaje en manos de los cuatro socios ha pasado del 48,2% al cierre de 2023, al 51,1% en este momento.

Aunque los cuatro han comprado las acciones en fechas diferentes, los cuatro acumulan plusvalías conjuntas de más de 600 millones de euros que llegan casi a duplicar el coste de la inversión. La SEPI, por ejemplo, destinó 173 millones de euros entre  febrero de 2022 y abril de 2023 para elevar su porcentaje en la compañía desde el 18% al 28%. Su posición vale 874 millones en bolsa, un 91% por encima del precio de compra sin contar los dividendos percibidos que reducen el coste de la inversión. El Gobierno ha sacado la mayor tajada de la subida en bolsa de Indra.

El 'hedge fund' Amber Capital acumula plusvalías de más de 100 millones de euros, o un 87%, después de haber invertido alrededor de 120 millones, según estimaciones obtenidas por 'La Información'.  Los dos socios industriales del sector defensa que entraron en Indra son los que menos ganan si bien su entrada en el capital se articuló a través de sofisticadas estructuras de financiación y derivados con JPMorgan y Deutsche Bank que han reducido el capital empleado. 

Si la inversión se hubiese realizado al contado, Escribano, por ejemplo, obtendría un retorno del 36% después de haber invertido alrededor de 180 millones. Acumula plusvalías de 66 millones. En el caso de SAPA, el coste teórico de hacerse con casi el 8% ascendería a 168 millones. Su retorno se sitúa en torno al 46% con ganancias latentes de hasta 80 millones. No obstante, la familia Aperribay detalló a la CNMV que su posición está ligada a financiación bancaria con ING, con quien ha refinanciado la anterior estructura que le diseño Deutsche Bank.

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