La situación en Italia, sin acuerdo: no se teme efecto contagio pero sí volatilidad

  • El órdago del Gobierno italiano amenaza con salpicar a los mercados pero el principal perjudicado será la economía del país transalpino. 
Comisión Europea
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EUROPA PRESS - Archivo

La Comisión Europea cumplía sus amenazas y rechazaba el martes pasado el borrador de Presupuestos que presentaba el Gobierno de Italia para 2019. Bruselas daba un nuevo plazo para que elaboraran uno nuevo en tres meses (13 de noviembre), esta vez cumpliendo con las normas fiscales que fija la Unión Europea, tras no aceptar un déficit del 2,4% del PIB. 

La decisión llevaba a cabo por Bruselas, sin precedentes en los más de 20 años de vigencia del Pacto de Estabilidad y Crecimiento, no disipaba sino que engrandecía un foco de incertidumbre que cada vez gana más peso en los mercados bursátiles. Además, la posibilidad de un entendimiento entre ambas partes parece alejada ya que tanto Luigi Di Maio, vicepresidente de Italia, como Matteo Salvini, líder de la Liga, han manifestado que no rectificarán sus presupuestos al ir en la línea de aumentar el gasto público y fomentar el crecimiento. 

Este escenario de enfrentamiento con la Comisión Europea se ha trasladado a los mercados de deuda. La prima de riesgo de Italia se sitúa por encima de los 305 puntos básicos (la de España está por debajo de 125 puntos) y la rentabilidad de su bono a diez años se sitúa cerca de la zona del 3,5%, su nivel más alto desde 2014 y claro síntoma de que el órdago del Gobierno de Italia amenaza, principalmente, con debilitar su propia economía. 

Las agencias de calificación están en sintonía con la Comisión Europea y tampcoo  les gusta el plan del Gobierno italiano. Moody's optaba, hace semanas, por rebajar su calificación y la dejaba a un solo escalón del ‘bono basura’, argumentando que los últimos presupuestos habían debilitado la fortaleza fiscal y que la deuda pública no se reducirá en los próximos años. Este viernes se sumaba S&P, algo más optimista que la anterior, ya que no le metía un tijeretazo a su nota pero le empeoraba la perspectiva a 'negativa' ya que "el plan económico del Gobierno corre el riesgo de debilitar el desarrollo del crecimiento de Italia y amenazará la sostenibilidad a largo plazo de las cuentas públicas". 

Los expertos prevén que el mercado más castigado sea el italiano y no temen por un efecto 'contagio'. El principal motivo es que la mayor parte de la deuda pública está en manos nacionales, por lo que la gran presión estaría en los bancos italianos y en el propio país. Aun así, también coinciden en que se espera una volatilidad mayor en las próximas semanas, sobre todo a medida que se acerque el 13 de noviembre y no haya un cierto acercamiento. Incluso el propio Mario Draghi, presidente del BCE, respondía a diversas preguntas en la reunión del organismo y abogaba por un "acuerdo pronto" entre ambas partes. 

El equipo de análisis de la Française AM destaca que "las reivindicaciones del Gobierno italiano (mayor gasto social y rebaja de impuestos) ejercen presión sobre la deuda italiana y, por extensión, sobre la de toda la zona euro". De hecho, señalan que la previsión de déficit antes de formarse un gobierno era del 0,8% para 2019 y, ahora, el proyecto presupuestario contempla un incremento del déficit hasta el 2,4%, por lo que "no favorecerá la trayectoria de la deuda, máxime teniendo en cuenta que se ha revisado a la baja el crecimiento". Con todo ello, su perspectiva fundamental es negativa y no esperan que la situación política se calme a corto plazo

La situación puede ser crítica si el Gobierno de Italia no llega a un entendimiento con la Comisión Europea, aunque las posturas siguen distanciadas. Ann-Katrin Petersen, de Allianz Global Investors, ha señalado que "en caso de que Roma no realice ningún ajuste, es bastante probable que el Consejo de los ministros de finanzas europeos inicie un procedimiento de déficit excesivo", por lo que la inestabilidad en los mercados financieros seguirá en las próximas semanas.

Philippe Waechter, economista jefe de Ostrum AM, ha destacado que "el déficit no parece excesivo (2,4%), pero se considera que la cifra es frágil ya que las proyecciones de crecimiento son demasiado optimistas. El gobierno no fue elegido para hacer lo mismo que sus antecesores, es decir, existe el riesgo de que el presupuesto se salga de control y supere el notorio umbral del 3% del PIB, que es incompatible con una estabilización de la deuda pública".

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