¿Está su coche listo para el invierno? Las claves para desafiar climas extremos

Un fuerte temporal azota a España
Un fuerte temporal azota a España
EFE/J.Casares

Llega el frío. Neumáticos, cadenas, distancia de seguridad… repasamos las claves de equipamiento que debe tener su coche, y de formación e información que debe tener usted, para realizar una conducción segura en temporada de frío, escasa luz diurna y condiciones climáticas extremas.

Hace semanas que llegaron las bajas temperaturas y, con ellas, la nieve a nuestras carreteras. Como cada invierno, hay una serie de precauciones que se deben tomar a la hora de viajar en automóvil, que se resumen en tres grandes ejes: la revisión del vehículo, el equipamiento con que se debe contar y el conocimiento que debe tener el conductor en lo relativo a conducción, mantenimiento y posibilidad de reparación. Organismos como la Dirección General de Tráfico (DGT) y entidades como el RACE ya han iniciado sus campañas de información ante la llegada de estas eventualidades estacionales.

Revisión de puntos

El primer punto que se debe abordar es asegurarse de que el vehículo está en condiciones óptimas de funcionamiento, lo que implica revisar puntos críticos a la hora de evitar una mala experiencia con la nieve, como quedarse tirado o un accidente.

Para empezar, es imprescindible revisar el correcto estado de los neumáticos, como comenta a La Información el responsable de Movilidad del RACE, Jorge Castellanos. “Hacemos especial énfasis en la cuestión de los neumáticos, ya que actualmente más de un millón de vehículos circulan con defectos graves en este elemento, fundamentalmente por no llevar el mínimo legal 1,6 milímetros de profundidad en el dibujo”. Además debe vigilarse la presión indicada por el fabricante según el nivel de carga del vehículo. Castellanos indica la posibilidad de equipar neumáticos denominados “all season” que, homologados como neumáticos de invierno, responden mejor en zonas con clima más extremo, que por su dibujo y composición ofrecen un mejor comportamiento y agarre que los de verano.

Más allá de las ruedas, también se debe realizar una revisión de elementos como niveles de aceite y de anticongelante, para que el motor resista sin problemas las bajas temperaturas; frenos y dirección, sistemas de iluminación, batería, limpiaparabrisas, y el sistema de climatización, fundamental para el confort y sobre todo si en algún momento el vehículo se queda atascado en la nieve.

Qué llevar: cadenas y otros

Además de asegurarse del correcto funcionamiento de todos los sistemas del vehículo, es importante contar con el equipamiento necesario para garantizar la seguridad en condiciones climatológicas extremas, empezando por las cadenas. Actualmente se comercializan tres tipos de cadenas, con sus ventajas e inconvenientes. Las más comunes son las de acero, más económicas y resistentes, pero de difícil montaje y que producen muchas vibraciones; las textiles, muy fáciles de montar y ruedan bien, pero agarran menos, son más costosas que las de acero y su durabilidad es mucho menor; y las que son mixtas (pueden combinar composite u otro material con acero), que son las más eficientes y sencillas de montar, vibran poco, resisten más que las textiles, pero son en general las que tienen mayor coste.

En previsión a posibles incidencias, el RACE recuerda que el vehículo debe contar con elementos básicos como los triángulos de señalización y los más modernos indicadores led (luminarias que se adhieren a la chapa del vehículo y señalizan su posición con destellos), chalecos reflectantes en el interior del vehículo, gato, correas y herramientas para eventuales reparaciones de pinchazos o sustitución de rueda (si hubiera la de repuesto). También son necesarios otros elementos para el vehículo como juegos de fusibles y luces de repuesto.

En el equipamiento no debe faltar tampoco el depósito de combustible lo más cargado posible (garantizará la calefacción, vital en caso de que el vehículo se quede atascado), el teléfono móvil con la batería cargada, ropa de abrigo, guantes, mantas, linterna e incluso algo de agua y comida, ante la posibilidad de que debamos permanecer en la carretera más horas de las previstas.

Información y formación

Un factor clave a la hora de realizar un viaje en un vehículo es la información previa, la formación y la propia habilidad para conducir. En primer lugar, tal como se insiste desde organismos como la DGT, se debe recabar la información relativa al viaje, toda ella disponible en Internet: rutas recomendadas en función del tráfico previsto, estado de las carreteras y previsión de las condiciones meteorológicas, así como tener localizados los números telefónicos de emergencias y asistencia en carretera. La DGT emite boletines periódicos con los datos actualizados de vialidad invernal y cuenta con un mapa interactivo permanentemente actualizado en su web.

Metidos en ruta, cuando se dan malas condiciones e incluso nieve en la calzada, es necesario adaptar la conducción, poniendo especial atención en conducir con suavidad, sin acelerones ni frenazos bruscos, recuerda el RACE. También circular en marchas largas para mejorar la adherencia de los neumáticos al suelo; aumentar la distancia de seguridad; reducir la velocidad para aumentar la capacidad de reacción ante imprevistos de conductor y vehículo, y reducir al máximo los adelantamientos, extremando las precauciones durante la maniobra.

En cuanto a las condiciones del viaje, se recomienda mantener el habitáculo a una temperatura de confort de unos 21-22 grados y con el aire acondicionado activado, lo que limitará los efectos de la condensación en las lunas manteniendo la visibilidad. También es recomendable llevar ropa cómoda evitando llevar abrigos y otras prendas que puedan limitar la eficacia del cinturón de seguridad en caso de accidente.

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