En peligro un tercio de la exportación de componentes de automoción españoles

  • El 71% del negocio exterior de los proveedores de automoción se genera en la UE: más de 15.000 millones de euros.
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La industria de proveedores de automoción tiene motivos para estar preocupada por las turbulencias que se están generando en la Unión Europea, principalmente originadas por la salida del Reino Unido, el llamado Brexit. Esta circunstancia ya está afectando no ya sólo a países como España, sino a economías fuertemente dependientes de sus exportaciones, como es el caso de Alemania, que es a su vez el principal cliente en la cartera de pedidos de la automoción española en lo que a componentes se refiere.

Esta industria, que factura en España más de 37.000 millones de euros al año y genera 230.000 empleos directos, realizó exportaciones a la UE en el año 2018 por valor de 15.257 millones de euros. De ellos, más de la tercera parte (más de 5.500 millones de euros) fueron destinadas únicamente a Reino Unido y Alemania, dos países con una fuerte actividad del sector de automoción. Un 'Brexit duro' o “a las bravas”, una de las posibilidades que está actualmente sobre la mesa y de la que se desconocen sus consecuencias concretas, pondría en peligro un volumen de negocio de los proveedores de componentes de automoción españoles de más de 1.500 millones de euros en el Reino Unido, y amenazaría también parte de los casi 4.000 millones que genera en Alemania.

La patronal de proveedores de automoción, Sernauto, no oculta su preocupación y señala a La Información que permanece “muy atenta” a lo que pueda suceder con estos dos mercados, dado el peso del mercado alemán en su facturación y los efectos colaterales que pueda tener un Brexit sin acuerdo.

De hecho, a finales del mes pasado emitió una declaración conjunta con altos representantes de la industria de automoción europea, patronales de fabricantes y proveedores de ámbito nacional e internacional, en la que advierten de las “catastróficas consecuencias” que puede tener una salida no negociada del Reino Unido para el sector de la automoción europeo, que produce 19,1 millones de vehículos al año y genera 13,8 millones de empleos.

Alemania sufre

Y es más que previsible que la onda expansiva de una salida sin acuerdo tenga efectos colaterales y afectará a muchas economías exportadoras de la Unión Europea, como de hecho ya está sucediendo en Alemania. Su economía ya registró un retroceso de una décima porcentual en el segundo trimestre del año, y las previsiones de cara a los próximos trimestres son pesimistas.

El Instituto IFO de Investigación Económica, con sede en Múnich, ya vaticinaba a principios de verano una caída en las exportaciones y, sobre todo, anticipa una etapa difícil para el sector del automóvil en su última encuesta económica, realizada justo antes del Salón del Automóvil de Frankfurt (celebrado el pasado mes de septiembre).

A ello se añade que la industria de automoción alemana lleva dos años reduciendo su producción: en 2018 produjo casi 430.000 turismos menos que en 2016, según los últimos datos de año completo de la patronal europea de fabricantes de automóviles, ACEA. Esta circunstancia amenaza con afectar al negocio exterior de los proveedores de automoción españoles, que venden en Alemania más de la cuarta parte del total de sus exportaciones a la UE.

También preocupa EEUU

La guerra comercial con Estados Unidos es otro frente del que la industria permanece vigilante aunque, si bien de momento no es una amenaza directa al afectar únicamente a productos agroalimentarios, sí puede llegar a impactar al negocio exterior de los proveedores de componentes de automoción si la guerra comercial y arancelaria va a más.

La exposición en este caso es menor; no llega a 1.000 millones de euros la cifra de negocio que la industria española tiene en Estados Unidos, pero supone más del 4 por ciento de las exportaciones totales, además del posible impacto sobre otras economías a las que España vende sus productos.

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