Alerta roja en el automóvil español por los bajos costes de Marruecos y Portugal

Planta de PSA en Figueruelas (Zaragoza)
Planta de PSA en Figueruelas (Zaragoza)
PSA - Archivo

El Grupo PSA advertía hace unos días de que sus plantas en Marruecos y Portugal son más eficientes que las españolas. El sector defiende su competitividad actual en España, con una industria automovilística potente y consolidada, pero pide más medidas a la Administración para poder diferenciarse en el futuro de países que tienen menores costes.

El presidente del Grupo PSA, Carlos Tavares, daba hace unas semanas un velado toque de atención a sus fábricas en España y, por extensión, al sector del automóvil señalando de que plantas como las del grupo en los países vecinos de Portugal y Marruecos siguen siendo más eficientes que las españolas. Si bien rechazaba entrar en un debate sobre qué plantas son mejores, sí supone una comparativa de uno de los principales grupos automovilísticos mundiales entre la industria de automoción española y las vecinas.

El sector, por su parte, sí admite que la cuestión de los costes es un reto constante que se viene afrontando desde hace muchos años, pero también destaca la alta competitividad actual de las empresas españolas (fabricantes y proveedores de automoción) y el valor añadido de la I+D+i y la cualificación del empleo.

Fuentes del sector señalan a La Información que la competitividad y la eficiencia de la industria española está demostrada, teniendo en cuenta que en la actualidad España es el noveno país productor de vehículos en el mundo, y el segundo en Europa, fabrica más de 2,8 millones de unidades al año y de éstas exporta casi el 82%, principalmente a los cuatro grandes mercados europeos: Francia, Alemania, Reino Unido e Italia.

La patronal de fabricantes de automóviles en España, Anfac, no se pronuncia sobre las valoraciones del presidente de PSA en cuanto a las fábricas de Marruecos y Portugal, pero sí destaca que el sector "ha invertido más de 3.000 millones de euros en nuestras fábricas con el claro objetivo de hacerlas más competitivas, modernas y ajustarlas a las demandas sociales". Con todo, no obvia que hay países muy competitivos a nivel mundial, aunque al respecto señala que las fábricas españolas están en continuo proceso para lograr la adjudicación de nuevos modelos.

Los fabricantes de automóviles consideran fundamental la ayuda de las administraciones, mediante un "pacto de industria" que permita incorporar nuevas tecnologías y para apoyar la innovación en los procesos productivos, donde las fábricas españolas son fuertes, y adonde se deben enfocar las ayudas a la inversión.

Las organizaciones sindicales, por su parte, también destacan la alta competitividad y eficiencia de la industria y rechazan limitar la eficiencia a la cuestión de los costes. En este sentido, fuentes sindicales de UGT-Fica (Federación de Industria, Construcción y Agro de la Unión General de Trabajadores) señalan que si bien el argumento de los menores costes en otros países siempre se ha utilizado en las negociaciones, también señalan que las plantillas en España ya han hecho muchos esfuerzos en las fábricas para lograr muy altos niveles de eficiencia.

Además, señalan que la competitividad de la industria española es debido a múltiples factores además de los costes, como la innovación, la experiencia y la alta formación y cualificación de las plantillas, que suponen un valor añadido a la hora de competir con otras instalaciones y otros países por la adjudicación de nuevas inversiones y de nuevos modelos.

Los trabajadores coinciden con el sector en demandar a las Administraciones un papel activo, ya que una vez que el sector está haciendo los deberes, "falta la otra parte, la parte política", a la que solicitan medidas que ayuden a mantener y mejorar la competitividad del sector del automóvil.

Proveedores competitivos

La patronal de los fabricantes de componentes del sector del automóvil, Sernauto, defiende la alta competitividad de esta industria española y su apuesta por la diferenciación tecnológica como bazas para competir con países que tienen menores costes salariales.

Su presidente, José Portilla, afirma a La Información que España cuenta con una "red sólida y competitiva de proveedores", sin la cual no sería posible llegar a la situación actual de "17 plantas de fabricación de vehículos y más de 1.000 proveedores que ensamblan hoy más de 40 modelos”. También destaca el hecho de que, a pesar de que actualmente no existe ningún fabricante de origen español, somos el cuarto país europeo en el ránking de proveedores de automoción, lo que indica el grado de competitividad de la industria.

Sin embargo, también reivindica un papel más protagonista de la Administración en la creación de una 'estrategia-país' para el sector de automoción "que facilite la transición industrial y tecnológica de los fabricantes de componentes para automoción”. En esta línea, pone ejemplos como la creación de órganos interlocutores en los que plantear medidas concretas de apoyo a la inversión en I+D+i, ya que se considera diferencial para poder seguir compitiendo con otros países.

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