Cuando se conocieron las primeras noticias de incendios provocados en el distrito de Schanzenviertel, los mandos de la Policía identificaron qué unidades serían necesarias para afrontar esta circunstancia, ha explicado Meyer en declarciones a la revista 'Der Spiegel'. Sin embargo, algunas de estas unidades se negaron con el argumento de que "echar a los vándalos de los tejados debería ser tarea de las fuerzas especiales".
Los manifestantes tenían piedras acumuladas para utilizarlas como armas arrojadizas y pudieron contener a las fuerzas especiales durante varias horas. Finalmente los efectivos de las fuerzas de seguridad pudieron tomar los inmuebles utilizados y recuperar las calles.
Meyer ha apuntado que es evidente que se genera un conflicto "cuando el líder operacional dice 'vamos adentro' y las unidades responden que 'no'". Los mandos intentaron avanzar desde el otro lado, pero la ofensiva fue un fracaso por la respuesta "masiva" de los manifestantes, que se habían apostado en posiciones elevadas, ha explicado Meyer.
El Gobierno ha defendido la respuesta de la Policía a los disturbios durante el encuentro de dirigentes mundiales, aunque el Ministerio del Interior ha anunciado ya una "revisión minuciosa" de lo ocurrido.
Casi medio millar de agentes de Policía sufrieron heridas durante las protestas, que concluyeron con el arresto formal de 186 personas. La canciller alemana, Angela Merkel, ha prometido compensaciones para quienes hayan sufrido daños en sus propiedades tras los saqueos y asaltos.
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