Arabia Saudí proyecta la ciudad futurista sobre la que girará el mundo en 2030

  • Neom se extenderá por 26.500 kilómetros cuadrados, conectará con cuatro continentes en menos de ocho horas y tendrá sus propias leyes e impuestos
Mohamed bin Salman
Mohamed bin Salman

Arabia Saudí presentó este martes su penúltimo gran proyecto: la 'megaciudad' del futuro que pretende reinventar el concepto de civilización humana. Una suerte de 'Zero One', pero fuera de Matrix. Una metrópoli sin límites para la imaginación en la que los negocios, la innovación, el desarrollo y el lujo tendrán cabida en una geografía paradisíaca, en la costa del Mar Rojo. La 'criatura' ya responde al nombre de Neom, costará alrededor de 425.000 millones de euros y promete que, para cuando vea la luz en 2030, será el eje sobre el que girará el mundo. Un desafío ambicioso, como poco.

Nada ha quedado al azar en la planificación del proyecto saudí. Su localización estratégica, "en una de las principales arterias económicas del planeta", es el principal arma de Neom para convencer 'adeptos'. Y es que aproximadamente el 10% de las rutas comerciales pasan por el Mar Rojo, por no hablar de que la zona está interconectada con América, Europa, África y Asia a menos de ocho horas de vuelo. Literalmente, se trata del centro del mundo.

Para favorecer la mudanza de multinacionales a la Península Arábica, Neom se independizará de la legislación saudí y su sistema fiscal. "Operaremos como una zona económica al margen, con sus propias leyes e impuestos, especialmente creados para impulsar el crecimiento y la riqueza de la región, sus residentes, y los inversores", reza la web oficial del proyecto.

Neom será única también porque no sólo se tratará de un territorio independiente dentro de Arabia Saudí, cuyo Fondo de Inversiones Públicas acometerá el mastodóntico gasto, sino que también ocupará zonas más allá de la frontera con Jordania y Egipto en sus 26.500 kilómetros cuadrados de extensión (tres veces la Comunidad de Madrid). Precisamente, el proyecto incluye la construcción de un puente entre Asia y África, que conectará la Península Arábica con la Península de Sinaí, y "cuyo unificador simbolismo será tan fuerte como su diseño icónico".

Una sociedad idílica

El mayor desafío de Neom coincide con su pretensión más problemática. Léase, hacer de la vida en la ciudad una sociedad idílica. "Una sociedad que proclame el futuro de la civilización humana", especifica su web oficial. Pero, ¿hasta qué punto es posible alcanzar esa utopía sin caer en la alienación?

Para conseguir recrear ese paraíso prometido, Arabia Saudí dotará a la metrópoli de infraestructuras futuristas: "Una arquitectura moderna, exuberantes espacios verdes, seguridad y tecnología puntera, centros comerciales, restaurantes, parques temáticos de récord e infinitos parques naturales". Entre ellos, destaca el proyecto del jardín más grande del mundo en el corazón de la ciudad, aunque también se tiene en mente un complejo acuático "con una máquina de olas en la que deportistas olímpicos depurarán su técnica".

Está previsto que Neom utilice energías renovables de bajo coste y, presumen, sea "pionera en tipos de energía de los que el mundo aún no ha oído hablar". Del mismo modo, Arabia Saudí pretende que el mundo mire a su nueva metrópoli "como la vanguardia en terapia génica, investigación en células madre, nanobiología y bioingeniería". Casi nada.

Diversificar la economía saudí

"Neom se centrará en nueve sectores de investigación cuyo objetivo será el futuro de la civilización humana, incluidos el futuro de la energía y el agua, del transporte, las biotecnologías, la alimentación, las ciencias técnicas y digitales, la industrialización avanzada, la información y la producción mediática, el entretenimiento y la vida", aseguró el príncipe Mohamed bin Salman en el acto de presentación del proyecto.

El heredero al trono saudí, que también ocupa el cargo de ministro de Defensa, agregó que con Neom se pretende "estimular el crecimiento y la diversificación económica, habilitar los procesos de manufacturación y crear y promover la industria local a nivel global". A grandes rasgos, que la economía del país deje de depender casi en exclusiva de las exportaciones de hidrocarburos.

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