Caos aéreo por la nube volcánica: "Me voy a Bruselas en autobús vía Burgos"

  • La erupción del volcán islandés Eyjafjalla ha provocado tal caos aéreo, que ha dado lugar a historias esperpénticas de miles de personas que están haciendo auténtica ingeniería para poder volver a sus lugares de destino. Viajes en autobús de más de 20 horas, trayectos en tren que parecen no tener fin o vacaciones prolongadas son algunos ejemplos.

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José Luis Fontalba llegó a Madrid la semana pasada para una reunión de trabajo. Pensó en aprovechar el fin de semana para disfrutar de unos días más en la capital, pero si llega a saber la odisea que le esperaba para volver a Bruselas quizás se lo hubiera pensado dos veces. Su vuelo salía hoy, pero el cierre de los aeropuertos a causa de la nube volcánica puede que le obligue a tener que hacer un recorrido de más de 20 horas en autobús hasta la capital belga.

"La única opción que he encontrado es coger un autobús desde Madrid hasta Burgos y de ahí seguir hasta Bruselas", comenta José Luis resignado tras pasar varios días estudiando las diferentes posibilidades para volver a Bélgica. "En Atocha me dijeron que los tren-hoteles que viajan por la noche a París están todos llenos hasta el sábado y no hay ni un sólo coche de alquiler disponible en toda Europa, así que sólo me queda el 'autobús de la muerte", añade.

Pero el caos es tal, que las noticias van y vienen cada pocos minutos. José Luis esperará hasta el último minuto para intentar evitar tener que pasar 20 horas en un autobús. "Un amigo me acaba de llamar porque en su agencia le aseguraban que mañana a las 8 se reabrirán los espacios aéreos. En cambio en la mía me dicen que es mejor asegurarse cualquier otra alternativa porque no se sabe qué va a pasar", explica este malagueño. Hasta las 4 de la tarde José Luis no sabrá cómo va a continuar su historia.

Viajar con el jefe durante 15 horas

El viaje a la inversa es el que está haciendo ya Eva, una joven menorquina que la semana pasada se trasladó a la capital belga para unas reuniones de trabajo y que se ha quedado atrapada allí. En principio su vuelo debería haber salido el pasado jueves pero, a día de hoy, aún sigue cancelado.

Después de cuatro día de cancelaciones, su jefe y ella decidieron estudiar otras opciones. La primera fue trasladarse a París para coger un tren que les trajera a España, pero la huelga de trenes en el país galo imposibilitó esta opción. El trayecto en autobús que ha conseguido José Luis para ir a Bruselas está totalmente agotado hasta el próximo miércoles, por lo que sólo les quedaba la opción de alquilar un coche o coger un taxi.

"Hemos visto un montón de taxis españoles que regresan vacíos --después de dejar a viajeros en Bruselas-- pero eran demasiados caros", explica Eva, que dice que aún así alquiler el coche les ha costados 1.600 euros. La buena noticia es que después de una semana fuera de casa y de casi 15 horas de viaje, ya están en España.

Autobús de la Presidencia española a 100 euros el trayecto

Quien ha tenido que sufrir esas 20 horas de autobús es Mathieu Bion, periodista francés de la Agence Europe que se desplazó a Madrid para cubrir el Ecofin de este fin de semana. Taxis a 4.000 euros el trayecto o coches de alquiler a 2.000 euros eran las opciones que tomaron muchos de los que acudieron a esta cita europea. Pero para otros, como Mathieu, éstas eran alternativas muy caras. Así que cuando la Presidencia española de la UE anunció que ponía a disposición de los periodistas sendos autobúses para volver a Bruselas, este periodista galo vio el cielo abierto.

"Estamos muy agradecidos a la Presidencia española porque no había opciones para salir de Madrid", comenta Mathieu a punto de llegar a Bruselas. "Hemos tenido que pagar 100 euros, pero sale mucho más barato que pagar 2.000 euros entre cinco personas por un coche de alquiler. Con los 300 euros que nos sobran podemos ir de copas", añade en un correcto español.

Sin embargo, otros periodistas que prefieren mantenerse en el anonimato se quejan de que la Presidencia española anunció en principio que estos autobuses eran gratuitos y poco después mandó un sms informando de que el coste por trayecto sería de 100 euros. Unas 80 personas han vuelto a Bruselas repartidos en dos autobúses fletados por la Presidencia.

Chamartín-Irún-París-Bruselas


Otros reporteros que acudieron al Ecofin y que no pudieron coger estos autobúses siguen buscando la forma de salir de Madrid. Es el caso de Antonio León, corresponsal español en Bruselas, que teme que tendrá que realizar toda una cábala de trayectos en tren para poder llegar a la capital belga. "Estoy en Chamartín para ver si puedo coger un tren hasta Hendaya, pero casi seguro que está completo aunque aquí no te dicen nada. Así que la otra opción es tomar un regional express a Vitoria para ir de ahí a Irún".

Antonio da por hecho que tendrá que pasar noche en Irún, ya que aunque llegará sobre las 21 horas y hay un tren sobre las 22 que sale hacia París, se teme que también esté lleno. Ya por la mañana cogerá otro tren a la capital francesa y de ahí a Bruselas. Toda una odisea ferroviaria que a su empresa le saldrá bastante caro.

Peor lo tiene Gorka Ramos, un joven español que debía volver esta tarde desde Milán y aún no sabe cuándo podrá hacerlo. Se fue para esta ciudad italiana el pasado jueves a visitar a un amigo y aún sigue allí. "Nadie te informa de nada. Easyjet sólo actualiza cada dos horas de los vuelos que cancela y el mío, que era a las 8 de la tarde, lo está. Lo he cambiado para mañana por la mañana, pero no sé si podrá salir", explica.

Gorka está en casa de su amigo, pero este viaje a Milán le saldrá más caro de lo que pensaba ya que además de comer fuera de casa, "tendré que lavar ropa y cada vez que voy al aeropuerto tengo que pagar 15 euros por trayecto de ida y vuelta".

Vacaciones prolongadas

Otros han tenido más suerte, como Carolin Steuber, una estudiante alemana atrapada en Palma de Mallorca desde el sábado pasado por la mañana. Ese día volaba con Air Berlin de vuelta al aeropuerto de Paderborn, en el centro del país. Pero la que es una de las aerolíneas con más tráfico aéreo a las Islas Baleares había anulado sus vuelos. "Es un completo caos. Intenté cambiar el vuelo dos días antes vía online, pero las líneas de teléfono de atención al cliente no funcionaban. Debían de estar saturadas", cuenta.

"En la página web de Air Berlin dicen que no vayamos al aeropuerto y que [Paderborn] aún está cerrado, pero voy ahora para allá. A ver qué pasa, aunque no creo que me digan nada nuevo", añade resignada.

Steuber dice que su situación "no es un drama", porque no tiene que reincorporarse a ningún puesto de trabajo. Además, explica que al estar visitando a unos amigos que viven en Palma no ha tenido problemas de alojamiento ni se ha encontrado sola.

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