El balance de doce años de Gobierno de Chávez

Con el presidente Hugo Chávez sometido a un tratamiento contra el cáncer, los venezolanos se preguntan si realmente tendrá fuerzas suficientes como para presentarse a la campaña electoral del próximo año. El país aprovecha también para debatir sobre los logros de Chávez en estos últimos 12 años en el poder, especialmente en lo que se refiere a los más desfavorecidos.

Durante la presidencia de Chávez, el nivel de vida de los más pobres ha mejorado. Pero los críticos se niegan a reconocerle el mérito a Chávez, y sostienen que ha despilfarrado de miles de millones de petrodólares. Teniendo en cuenta la enorme riqueza petrolífera de Venezuela, dicen, el país debería de estar en muchísima mejor forma.

"Esto ha sido como ganar la lotería", asegura Luis Pedro España, un experto en desarrollo de la Universidad Católica Andrés Bello de Caracas. Según él, Chávez tuvo la suerte de presidir el primer boom petrolífero de Venezuela en 30 años, pero ha fracasado a la hora de invertir de manera inteligente las ganancias logradas con los precios récord del crudo.

Indudablemente, Chávez ha salido beneficiado de una coyuntura providencial: bajo su mandato, el precio del petróleo ha pasado de costar unos 9 dólares el barril a más de 100 dólares. Gran parte de ese dinero lo ha canalizado hacia programas de lucha contra la pobreza, afianzando de paso su base política entre las clases desfavorecidas.

Un reciente ejemplo del carácter de sus políticas se produjo durante una visita de la ministra de Educación, Maryann Hanson, a una escuela de primaria en un barrio marginal de Caracas. Para gran asombro de los estudiantes, la ministra y sus asistentes llevaron ordenadores blancos y azules a la escuela, como parte de un programa gubernamental que repartirá unos dos millones de portátiles a los alumnos de primaria para que mejoren sus conocimientos informáticos. "Estamos preparando a los niños para los desafíos de las nuevas tecnologías", explica Hanson.

Los ordenadores gratuitos forman parte de una campaña gubernamental más amplia para lograr que la educación sea más accesible. Y parece estar funcionando. La matriculación en las escuelas primarias venezolanas ha aumentado en un 50 por ciento, y en las universidades se ha triplicado. De hecho, las estadísticas gubernamentales sobre educación, salud y desarrollo económico revelan un salto sustancial hacia adelante, por no decir inmenso, de las clases más bajas.

El desempleo y la pobreza en Venezuela se han recortado por la mitad. La tase de pobreza extrema se ha reducido en dos tercios. Se han construido miles de centros médicos en los barrios pobres, generalmente atendidos por personal cubano, así como economatos gubernamentales que venden comida subsidiada. Además, ha descendido la tasa de mortalidad infantil y va en aumento la expectativa de vida.

Y todo esto después de que Venezuela registrase una de las peores caídas económicas del mundo, entre 1980 y 1998, el año en que Chávez salió elegido por primera vez. Durante ese periodo, los ingresos per cápita cayeron un 35 por ciento y la tasa de pobreza pasó de un 33 a un 49 por ciento.

Durante la presidencia de Chávez, la diferencia entre ricos y pobres ha disminuido, siendo ahora una de las menores en América Latina, según el denominado coeficiente Gini.

"Venezuela ha dado unos avances significativos en los últimos 12 años en la creación de una sociedad más igualitaria, inclusiva y participativa", escribe el sociólogo estadounidense Gregory Wilpert y creador de una página web sobre Venezuela.

Aún así, Venezuela es ensalzada pocas veces como un modelo de desarrollo, en gran parte debido a la figura polémica de Chávez.

Sus detractores ven a Chávez como un demagogo populista y un peligro para la democracia, dado que el presidente y sus seguidores controlan prácticamente todas las instituciones importantes del Gobierno. Califican sus programas de ayuda social de hipócritas, de ser maniobras a corto plazo para ganarse a las masas y permanecer en el poder.

Otros aseguran que esos programas sociales están mal gestionados, que son derrochadores y no son transparentes. El analista político José Toro señala que la compañía estatal petrolífera PDVSA se encarga ahora de gestionar muchos de los programas sociales del país, desatendiendo su negocio de exploración y producción de crudo.

"PDVSA se ha convertido en una agencia de beneficencia social, en lugar de una compañía petrolífera", sostiene Toro, ex miembro del consejo de administración de la empresa. "Si se hiciera esto con Exxon, BP o Shell, se irían a la ruina rápidamente".

Por otra parte, el creciente índice de criminalidad en las calles, los frecuentes cortes de electricidad y la inflación, una de las mayores en América Latina, se están cobrando parte de los avances del Gobierno. Ese es el motivo por el que Luis Pedro España califica los cambios logrados por Chávez de superficiales, no estructurales.

La tasa de desempleo, por ejemplo, ha disminuido en parte porque el gobierno de Chávez ha duplicado prácticamente el número de funcionarios estatales, que han pasado de 1,2 millones a 2,2 millones. Ahora hay médicos y enfermeras en las clínicas de barrio, pero los enfermos que necesitan cirugías importantes dependen generalmente de hospitales públicos mal gestionados en los que faltan medicinas y equipos. El propio Chávez ha preferido ser operado de cáncer en Cuba antes que arriesgarse a hacerlo en su país.

Otra queja habitual es que los programas sociales suelen ir cargados de grandes dosis de ideología política. En un centro vecinal de Caracas en el barrio 23 de enero, por ejemplo, la gente de la zona asiste a revisiones médicas gratuitas y participa de paso en talleres sobre cómo defender la revolución bolivariana.