Entregan en Perú 80 casas con financiación andaluza en la zona devastada por un terremoto

  • Tambo de Mora (Perú), 9 feb (EFE).- La reconstrucción del sur de Perú devastado por un terremoto en 2007 es impulsada por organizaciones no gubernamentales, como las que entregaron hoy 80 casas financiadas por la Junta de Andalucía, ante la lentitud del gobierno peruano.

Tambo de Mora (Perú), 9 feb (EFE).- La reconstrucción del sur de Perú devastado por un terremoto en 2007 es impulsada por organizaciones no gubernamentales, como las que entregaron hoy 80 casas financiadas por la Junta de Andalucía, ante la lentitud del gobierno peruano.

Detrás de esa iniciativa están la ONG italiana Asociación Solidaridad Países Emergentes (ASPEM) y la española Solidaridad en Acción (APY), que comenzaron a trabajar días después de la catástrofe en Tambo de Mora, una de las poblaciones más destruidas por el terremoto que el 15 de agosto de 2007 arrasó la costa central peruana.

En poco más de un minuto, el temblor de 7,9 grados de magnitud dejó en la calle a las 380 familias que vivían en Tambo de Mora baja, un humilde y tradicional barrio de pescadores que, como explicó a Efe uno de sus habitantes, Agapito Felipa; había ido ganando terreno al mar.

El suelo inestable provocó el colapso de las casas de ladrillo y también que la municipalidad prohibiera después la reconstrucción en la misma zona, por lo cual sus habitantes no sólo perdieron sus hogares, sino también un terreno donde volver a levantarla.

"Nos vimos con la necesidad de evacuar de allá y buscar una nueva zona", narró Felipa.

La urgencia y la falta de reacción del ayuntamiento obligó a las 380 familias damnificadas a invadir un terreno privado, donde vivieron en carpas y sin servicios mínimos durante un año.

En ese lugar, ASPEM y APY comenzaron a trabajar con los damnificados.

"Lo primero que hicimos fue un trabajo psicológico con los niños y además entregamos 400 tiendas y repartimos colchones, mantas y comida", relató a Efe el presidente de APY, Manuel Martínez, de visita en la zona.

Sin embargo, la precaria situación obligó a reubicar a las familias, para lo cual era necesario encontrar financiación y un espacio suficiente para levantar un nuevo barrio.

"Comenzar el proyecto fue muy lento porque no podíamos iniciar hasta que tuviéramos el terreno, era la pescadilla que se mordía la cola", explicó Martínez al recordar los siete meses en los que, con el dinero de la Junta de Andalucía bajo el brazo (más de 333.000 euros), no empezaban porque el ayuntamiento no definía el lugar.

"No fue hasta que se inició la movilización de la gente, que amenazaban con cortar la carretera, que no se pusieron manos a la obra los que, de verdad, tenían que solucionarlo", añadió.

La municipalidad de Tambo de Mora compró un terreno que dividió en parcelas de 100 metros cuadrados y las equipó con un módulo prefabricado de 18 metros cuadrados.

Sin embargo, los espacios eran muy pequeños para las familias de seis u ocho integrantes que formaban el grueso de damnificados y, entonces, las ONG decidieron capacitar a los afectados para que construyan sus nuevos hogares.

Los pescadores como Felipa, uno de los afortunados, se vieron así convertidos en albañiles.

"Realmente no pensé nunca ser capaz de tener conocimientos de construcción con quincha", señaló en referencia a uno de los principales materiales utilizados: la caña de la zona, y que, mezclada con concreto, permite levantar edificaciones resistentes y, a la vez, antisísmicas.

"El terremoto fue una cosa tan grande que no parecía cierta y las autoridades nos dejaron de lado, gracias a las ONGs y a las instituciones particulares es que hemos podido salir adelante", resumió Felipa.

Los responsables de ASPEM y APY hicieron hoy la entrega simbólica de las llaves de las 80 nuevas casas, a las que en breve seguirán otras 40, aún no suficientes para dar un techo apropiado a las 380 familias reubicadas.

Todavía queda por solucionar la falta de agua corriente y electrificación, que el ministerio de Vivienda peruano ha prometido financiar con cuatro millones de soles (1,25 millones de dólares) para mejorar la situación de lo que ya se conoce como Nuevo Tambo de Mora.

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