El 'karoshi' o cómo morir en Japón por trabajar más de 60 horas a la semana

Fotografía de trabajadores japoneses.
Fotografía de trabajadores japoneses.
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El término conciliación en el trabajo, que cada vez está más de moda, parece ser que no existe en algunos países. Es lo que ocurre en Japón, donde sus habitantes viven por y para trabajar y olvidan en muchas ocasiones a sus familias y su vida social. Existe la palabra 'karoshi' en japonés que, traducida, significaría algo así como "muerte por exceso de trabajo".

'The Washington Post' titula un artículo “¿Los empleados japoneses realmente trabajan hasta la muerte? En algunos casos, sí”.El número de muertes por 'karoshi' se ha elevó el pasado año a un nivel sin precedentes, según cifras del gobierno que contabiliza más de 200 casos. Cada año, cientos o tal vez miles de japoneses mueren trabajando. 

Kyotaka Serizawa ha sido uno de ellos. Falleció a los 34 años de edad tras quitarse la vida después de haber trabajado 60 horas a la semana durante más de un mes en una empresa dedicada al mantenimiento de edificios. Esta es la historia que cuenta 'The Independent', pero como la de Kyotaka hay otras tantas. 

La 'cultura del trabajo' comenzó en la década de los años 70, cuando los salarios eran bajos y los empleados querían multiplicar sus ingresos. Durante los 80 y los 90, cuando los trabajadores temían perder sus puestos de trabajo se aferraron a ellos y aceptaron estas condiciones. 

La jornada laboral básica es de 40 horas semanales, pero muchos empleados no dudan en trabajar horas extra por temor a ser despedidos. Esto ha llevado al concepto de 'tiempo extra de servicio', donde el servicio se traduce como 'libre'. Desde un ataque al corazón a un derrame cerebral 

Este horario imparable ha provocado el 'karoshi', que se manifiesta desde un ataque al corazón a un derrame cerebral o, directamente, a un suicidio provocado por el exceso de trabajo. Se ha convertido ya en Japón en una causa reconocida de muerte. Según las cifras del Ministerio de Trabajo, se han producido más de 200 muertes calificadas dentro de este grupo, aunque los expertos consideran en el artículo que se cuentan por muchos más. 

En el momento en que una muerte se clasifica como 'karoshi', la familia de la víctima tiene derecho a una compensación automática a través de un tipo de sistema de beneficios de los trabajadores. El número de reclamaciones por casos relacionados por este tipo de muerte llegó a su máximo histórico de 2.310 hasta marzo, según el gobierno nipón. A pesar de ello, menos de un tercio de estas solicitudes son resueltas de manera favorable. 

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