En las imágenes de la televisión estatal siria se ve a decenas de hombres, mujeres y niños andando por calles sucias junto a edificios dañados o semidestruidos. Baba Amro, el bastión rebelde de la ciudad siria de Homs, fue bombardeado por las fuerzas sirias durante casi un mes el pasado febrero, antes de que los rebeldes que luchan contra el Gobierno del presidente Bashar al Asad huyeran de la zona la semana pasada.
La televisión ha mostrado granadas propulsadas por cohetes y pistolas tiradas por las calles que, según el presentador, pertenecían a "terroristas armados". También se han podido ver pequeños aviones y helicópteros manejados por control remoto.
"Este es el túnel que utilizan los terroristas para introducir y sacar armas", ha explicado el presentador en un colegio junto a un agujero en el suelo de dos metros de diámetro.
Mientras, las autoridades sirias siguen sin permitir la entrada del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) en Baba Amro, donde esta organización pretende distribuir la ayuda que necesita la población.
"Aún no estamos en Baba Amro", ha declarado Saleh Dabbakeh, portavoz del CICR en Damasco. "No me sorprendería que los residentes estuviesen volviendo. Lo que dicen nuestros equipos es que la situación en toda la ciudad de Homs es mucho más tranqula que antes", ha añadido.
La ONU afirma que más de 7.500 civiles han muerto por la violencia en Siria desde hace un año, cuando comenzaron las protestas contra el régimen de Al Assad.
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