Las políticas de Donald Trump en contra de la inmigración están siendo muy polémicas. En abril, el fiscal general Jeff Sessions anunció "tolerancia cero" con los inmigrantes que cruzasen la frontera de manera ilegal, hasta el punto de que los adultos pueden ser juzgados en calidad de criminales provocando que pierdan la custodia de sus hijos.
Desde entonces el Gobierno estadounidense se ha puesto manos a la obra para detener a todos aquellos que osen entrar en territorio americano sin permiso, dando lugar a situaciones críticas.
La última ha tenido lugar en el centro de retención policial en la frontera de Texas. Según informa Associated Press, una adolescente de 16 años se hizo cargo del cuidado de una niña de 4 años que había sido separada de sus familiares.
Los agentes pensaron en un principio que la niña tenía menos edad porque no se comunicaba. Más tarde descubrieron que solo hablaba K’iche, una lengua indígena de Guatemala, y en ningún caso conocía el español.
“Estaba tan traumatizada que no podía hablar”, explica Michelle Brane, directora de los derechos de los inmigrantes en la Women’s Refugee Commission.
En el centro se recluye a 1.100 inmigrantes entre los que también se encuentra la tía de la pequeña. Sin embargo, esta permanecía en una celda separada únicamente rodeada de otros adultos.
Mientras su tía no podía hacerse cargo de ella, la adolescente cambió su pañal y enseñó a los otros niños cómo realizarlo para futuras ocasiones. Un drama que obligó a los agentes a encontrar a su tía y a reunirlas de nuevo bajo los barrotes de una celda. Hasta el momento casi 2.000 niños han sido separados de sus familias.
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