Los conocidos 'yalis', lujosas viviendas a las orillas del Bósforo, en Estambul, han colgado el cartel de 'se vende'. La crisis de la lira turca, en caída libre desde hace varios años, ha propiciado una reducción de precios y la necesidad de venta por parte de muchos de sus propietarios. Atentas han estado las grandes fortunas árabes que, sin miedo a la inflación del país de Erdogán, se han hecho con muchas de ellas.
Desde el año 2014, el escaso ahorro y un aumento de la inflación de forma imparable, hizo que la crisis en el país se agudizase. Erdogan se ha mantenido firme en cuanto a la toma de medidas restrictivas desde entonces, lo que ha conllevado un recrudecimiento de las circunstancias económicas de Turquía.
Una de las medidas de Erdogan fue la obligación a la banca de aumentar los tipos de interés, lo que llevó a la creación de una burbuja insostenible para el país. El pasado mes de agosto, la diferencia entre el dólar y la lira tocó máximos, lo que conllevó una puesta a la venta masiva de propiedades ante la depreciación de la moneda nacional.
Tanto es así, que el pasado mes de septiembre se produjo un elevamiento de este indicador en un 24% con el fin de frenar la subida de los precios ante la galopante depreciación de la lira frente al dólar y el euro. Pero los resultados no fueron los esperados y el desplome siguió haciendo mella en el país.
Uno de los máximos exponentes de Turquía fuera del país, los 'yalis' -mansiones históricas que rodean el Bósforo- también han sufrido esta depreciación. Las inmobilarias del país se llenan de anuncios de estas viviendas, conocidas por su aparición en muchas películas y telenovelas sobre todo en el mundo árabe, con precios muy por debajo de lo habitual.
Las que fueron propiedad de las élites otomanas y notables familias extranjeras en aguas de la antigua Constantinopla, tienen, en la mayoría de los casos, importantes niveles de protección que marcan la forma en la que deben ser reformadas de acuerdo con la imagen original.
Por si fuera poco, el presidente turco prohibió las transacciones en monedas extranjeras, por lo que al cambio a la lira, cualquier extranjero que se quiera hacer con una de estas mansiones sale ganando con respecto a los nacionales. Los inversores más activos, según fuentes del sector, parecen ser las grandes fortunas árabes, que atraídos por la situación y la facilidad de conseguir pasaporte turco con la compra de vivienda, se hacen con muchas de estas viviendas.
Los precios oscilan entre el millón y los 40 millones de euros, al tipo de cambio del pasado viernes. Antes del desplome, estas cifras solían alcanzar de forma fácil el doble, por lo que la depreciación ha hecho que los extranjeros millonarios se lancen a hacerse con una casa de vacaciones en el Bósforo por lo que para ellos es "muy poco dinero".
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