Obama apoya congelar el gasto público en un discurso conciliador del Estado de la Unión

  • Estos recortes, que serán "dolorosos" en palabras de Obama, no afectarán ni a la investigación ni a la educación, ya que el mandatario afirmó que la creación de empleos debe fomentarse con un nuevo gasto estas áreas. Obama explica que estas medidas contra la deuda pública son necesarias porque el país se está quedando a la zaga de potencias económicas como China o la India. Además, el discurso se llevo a cabo en medio de un tono conciliador, con republicanos y demócratas sentandose juntos en lugar de en los tradicionales bloques separados del Capitolio.
Tono conciliador de demócratas y republicanos en el discurso sobre el Estado de la Unión
Tono conciliador de demócratas y republicanos en el discurso sobre el Estado de la Unión
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Reuters
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El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, propuso este martes congelar el gasto del Gobierno en algunas áreas durante cinco años y advirtió que habrá recortes dolorosos en el futuro, en un discurso diseñado para demostrar su disciplina fiscal y que puede trabajar con los republicanos.

En el discurso del Estado de la Unión, Obama trató de tranquilizar a los estadounidenses preocupados por un paro en el 9,4 por ciento, temerosos de la creciente deuda, consternados por la dura retórica e inquietos porque el país se está quedando a la zaga de potencias económicas como China e India.

"En juego está si los nuevos empleos e industrias se asientan en este país o en otro lugar. Está en juego si el duro trabajo y diligencia de nuestra gente son premiados. Está en juego si mantenemos el liderazgo que ha hecho de Estados Unidos no sólo un lugar en el mapa, sino una luz para el mundo", dijo Obama.

Los votantes quieren que demócratas y republicanos gobiernen con una "responsabilidad compartida" y que detengan el enorme déficit, a la vez que propician el crecimiento. El presidente ofreció reducir los impuestos a las empresas y se acercó a sus rivales mientras se posiciona de cara a una posible reelección en 2012.

Obama dijo que la creación de empleos debe fomentarse con un nuevo gasto en investigación y educación, tal como ocurrió durante la década de 1950 con la carrera especial, cuando los soviéticos lanzaron el satélite Sputnik.

"Sí, el mundo ha cambiado", declaró. "La competencia por los trabajos es real. Pero esto no debería desalentarnos. Debería ser un desafío para nosotros", agregó.

El desafío será cómo financiará los proyectos de inversión mientras afronta un oscuro panorama fiscal. Sobre esto, Obama no dio señales y dejó los detalles para la discusión del presupuesto que deberá tener lugar en febrero.

No será una tarea fácil. Congelar el gasto reduciría el déficit presupuestario en un 400.000 millones de dólares durante una década, frente al déficit de 1.400 millones de dólares de este año y los 14.000 millones de deuda nacional que los republicanos prometieron eliminar. Además, no se aplicaría a los grandes programas de asistencia social, como Medicare, situados en el corazón del problema de Estados Unidos.

El tono conciliador marca la jornada

Pero el tono conciliatorio fue evidente, con muchos demócratas y republicanos dándose la mano y sentándose juntos y no en bloques separados como tradicionalmente en el Capitolio.

Así ocurrió con la muestra de solidaridad con la representante demócrata Gabrielle Giffords, quien fue tiroteada en la cabeza el 8 de enero en Arizona, en un ataque en el que se registraron seis muertos. Muchos llevaron chapas en sus solapas para honrar a las víctimas.

Obama espera que su discurso del Estado de la Unión mejore sus cifras de aprobación, que volvieron a estar por encima del 50 por ciento, y que le ayude a recapturar la magia vista en su elección en 2008.

El presidente ha recibido un impulso por su respuesta, digna de un estadista, al ataque en Tucson y sus sorpresivos éxitos legislativos después de los resultados electorales adversos de noviembre.

Pero los republicanos no tardaron en decir que se necesitan recortes más profundos, sosteniendo que los votantes les dieron en noviembre mayor poder para que reduzcan el tamaño y el ámbito del Gobierno, y pidieron recortes federales por valor de 100.000 millones de dólares este año.

"Hace algunos años, reducir el gasto era importante", dijo el representante Paul Ryan en la respuesta republicana a Obama. "Hoy, es imperativo. La razón: tenemos una aplastante carga de deuda".

Pero Obama dijo que recortar el gasto en investigación y educación, como quieren los republicanos, sería "como aligerar un avión con sobrecarga quitando su motor". "En un comienzo podrías sentir que está volando alto, pero no pasará mucho antes de que sientas el impacto", manifestó.

El gasto discrecional, excluyendo fondos para seguridad, representa sólo un 13 por ciento de los 3.700 mbillones de dólares del presupuesto estadounidense.

Propuestas en el discurso

En su discurso de 61 minutos, Obama recibió aplausos de legisladores que se pusieron en pie cuando dijo que era hora de poner en regla los asuntos fiscales estadounidenses. Llamó al cierre de los vacíos legales en el sistema impositivo y a usar los ahorros para reducir la tasa de impuestos corporativos por primera vez en 25 años. Los republicanos buscan lo segundo, pero podrían no estar dispuestos a cerrar las lagunas jurídicas impositivas.

El presidente se comprometió a lograr acuerdos de libre comercio con Panamá y Colombia similares a un pacto recientemente alcanzado con Corea del Sur, una decisión que posiblemente será recibida con beneplácito por los republicanos.

Pero en una propuesta que podría encontrar resistencia entre los republicanos, Obama ofreció su apoyo a poner fin a los subsidios impositivos a las compañías petroleras, para ayudar a pagar por la innovación en energías limpias, y estableció como objetivo que el 80 por ciento de la producción eléctrica estadounidense provenga de fuentes de energías limpias para 2035.

Fijando otra posible línea de batalla, Obama dejó en claro que se opone a extender permanentemente los recortes impositivos a los estadounidense más ricos tras acordar en diciembre su extensión por dos años en un legislación consensuada con los republicanos.

Los republicanos recibieron con satisfacción el tono del discurso más cercano al centro político. "En general me suena como si el presidente hubiera cambiado el tono y la retórica que vimos en sus primeros dos años", dijo el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell. "Y creo que ese es un ajuste apropiado tras las elecciones del año pasado".

Los analistas también elogiaron el cauteloso comienzo. El profesor de Ciencias Políticas de la Universidad de Virginia Larry Sabato dijo que la propuesta es una "estrategia inicial" en un debate sobre gasto y deuda, cuando se prevé que el Gobierno alcance el límite legal de su deuda en marzo.

Robert Tipp, jefe de inversión en Prudential Fixed Income, dijo que hay un cambio importante hacia la moderación fiscal que los mercados de deuda necesitan ver. "Es algo muy positivo, incluso esos peores casos", afirmó.

El discurso se desarrollo en medio de una atmósfera diferente en el Capitolio. Después de las elecciones legislativas de noviembre, los republicanos ganaron el control de la Cámara de Representantes y aumentaron su influencia en el Senado y Obama se vio obligado a tomar en cuenta esa paliza al enfatizar las áreas en las que se podría alcanzar un acuerdo.

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