El paso subterráneo de México a EEUU: un riesgo mortal para los inmigrantes

El Congreso de EEUU inicia la batalla para reformar la ley de inmigración
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El reciente hallazgo de siete cadáveres atascados en los canales y rejillas del alcantarillado de Estados Unidos ha alertado a las autoridades norteamericanas. Los cuerpos pertenecen a siete inmigrantes indocumentados procedentes de México que arriesgaron su vida tratando de atravesar la frontera sur de EEUU por las cloacas.

El paso por el alcantarillado se ha convertido en una trampa mortal para aquellos que no logran reunir el dinero suficiente para costearse un pasaje por la superficie. Aurora González, una inmigrante mexicana que logró superar este trayecto que parecía no tener fin ha relatado que "a los que podían pagar 5.000 dólares los pasaban por arriba, pero los que solo traíamos 1.000 dólares nos pasaban por las alcantarillas".

González logró atravesar el sistema de alcantarillados de Nogales, en el estado mexicano de Sonora colindante con Arizona, según ha explicado a Efe, en su largo recorrido tuvo que desplazarse en la oscuridad sin saber realmente dónde pisaba y sorteando los diferentes niveles de agua, que constantemente subían y bajaban.

En una narración de pesadilla, la mexicana ha recordado que en los canales encontraron restos de ropa interior femenina que, según le explicaron los 'polleros', traficantes de personas, pertenecían a mujeres que viajaban solas y que acababan siendo violadas: "Recuerdo que hacía mucho calor, era sofocante, y apenas era marzo".

Uno de los mayores peligros, según han contado algunas de las personas que lograron llegar hasta el final del trayecto, es el de las grandes cantidades de agua que fueron liberadas de la represa Elephant Butte Dam en el Río Grande, cerca de Nuevo México, lo que ha provocado un aumento de los niveles fluviales en las alcantarillas y canales.

Mario Escalante, agente de la Patrulla Fronteriza en el sector de El Paso, ha anticipado que se producirán más muertes durante este año debido, en gran medida a la desinformación sobre los riesgos de cruzar la frontera. Además, ha asegurado que la ola de migrantes, en su mayoría centroamericanos, que a día de hoy tratan de cruzar la frontera de EEUU de forma subterránea, ha aumentado.  Según ha detallado Escalante, en su zona de trabajo fue precisamente donde se encontró este sábado el cuerpo de una mujer flotando a lo largo de un canal en Socorro, ubicado en el condado de El Paso.

Cuatro cuerpos más fueron recuperados este lunes, debido a la alerta de agentes de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) al percibir un olor fétido que les llevó a unos cadáveres atascados en la rejilla de un túnel de desagüe que corre paralelo al Río Grande al sur de la valla fronteriza en El Paso. Al día siguiente encontraron dos cadáveres más en la orilla de un canal en El Paso, elevando a siete las víctimas, entre las que se incluye una menor. De todas ellas se presupone que eran inmigrantes que intentaban entrar al país de manera irregular.

La suerte no las acompañó de la misma manera que a Aurora González, quien ha descrito cómo una vez que lograron dejar atrás las alcantarillas, ya en el lado estadounidense de la frontera, corrieron hasta un comercio cercano donde los esperaban otros "coyotes" (traficantes de personas) con ropa limpia para transportarlos a un lugar seguro.

El riesgo inminente de estas prácticas de inmigración ha llevado a la Patrulla Fronteriza de El Paso (Texas) a lanzar una advertencia sobre la amenaza y los peligros que implica el cruzar por el sistema pluvial.

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