Pulso de Turquía a la UE: 3.000 millones para no "abrir la puerta" a los refugiados

  • Unos 3,6 millones de sirios desplazados por la guerra residen en Turquía, que reclama que Bruselas cumpla lo prometido en el pacto de 2016.
Una familia de refugiados sirios en Turquía
Una familia de refugiados sirios en Turquía
EFE

En 2016, la UE parecía haber dado carpetazo a la crisis migratoria provocada por el éxodo de los millones de sirios desplazados por la guerra civil que asola el país desde 2011. Sin embargo, con la firma del acuerdo con Turquía para que se hiciese cargo de los refugiados y les diese asilo a cambio de 6.000 millones no acabó el problema. Muy al contrario, el conflicto en Siria sigue desangrando a la población civil, mientras que Turquía, que ya ha acogido a 3,6 millones de personas, amenaza ahora a Europa con "abrir las puertas" a los refugiados si no recibe el segundo pago de 3.000 millones acordados con Bruselas.

El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, amenazaba esta misma semana con "abrir las puertas" y dejar pasar hacia Europa a los refugiados que están en su país, a no ser que la Unión Europea proporcione ayuda económica y logística para reasentar a un millón de sirios en una "zona segura", que Ankara quiere crear en el norte de Siria. De hecho, el pasado agosto, Turquía y EEUU daban el primer paso para la creación de esta franja, que estaría bajo control militar turco en el noreste de Siria y que limitará el territorio dominado por las milicias kurdo-sirias.

"O sucede esto o, de lo contrario, tendremos que abrir las puertas. No vamos a cargar con este peso solos", avisaba Erdogan. El problema es que, para crear esa zona de seguridad en la parte oriental de la frontera turcosiria, al este del río Éufrates, sería necesario expulsar a la población kurda que habita en la región y que está dominada por milicias consideradas terroristas por Turquía. Y, a pesar de que el presidente turco ya ha anunciado que a finales de septiembre comenzará la operación militar para crear esa zona, existen dudas de su viablidad sin el apoyo (no solo económico, sino diplomático) de la UE, ya que supondría expulsar a las milicias kurdas que dominan la región y que son aliadas de Estados Unidos en la lucha contra el yihadista Estado Islámico (EI).

"No hemos obtenido el apoyo internacional necesario, especialmente de la UE. Podemos vernos obligados a hacerlo [abrir las puertas] para obtenerlo", añadía Erdogan, que quiere "reasentar allí al menos a un millón de refugiados sirios, de los 3,6 millones que acoge ahora Turquía". Sin embargo, su plan se encuentra con el rechazo frontal de la UE, que considera que la creación de esta franja en territorio sirio podría desencadenar en una situación parecida a la que se vive desde hace décadas en la Franja de Gaza.

"Dadnos apoyo logístico y podemos construir viviendas a 30 kilómetros de la frontera en el norte de Siria", llegaba a decir Erdogan en su discurso, amenazando incluso con continuar sus planes de establecer colonias en suelo sirio sin el apoyo internacional. "Estamos decididos a empezar a finales de septiembre a establecer una zona de seguridad como la queremos. Lo ideal sería hacerlo junto con nuestros amigos de Estados Unidos, pero si no llegamos a un acuerdo, estamos igualmente preparados y lo haremos con nuestros propios medios", advertía.

El visto bueno de EEUU acelera la ocupación

Y la advertencia a EEUU parece haber dado sus frutos, ya que el ministro de Defensa de Turquía, Hulusi Akar, anunciaba este viernes que a partir del domingo tropas turcas acompañarán a las estadounidenses en las patrullas terrestres en el noreste de Siria. "Hemos planificado empezar las patrullas terrestres compartidas el 8 de septiembre. Hay un acuerdo general para esto", explicaba Akar durante un encuentro con la cúpula de las Fuerzas Armadas turcas en la ciudad de Malatya.

La franja fronteriza en el norte de Siria que pretende controlar Turquía, al este del río Éufrates, es un territorio hasta ahora bajo control de la principal milicia kurdosiria, las Unidades de Protección del Pueblo (YPG, en sus siglas en kurdo). Aunque estas milicias son aliadas de EEUU en la lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico, Turquía las considera terroristas por sus vínculos con el proscrito Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK), la guerrilla kurda activa en Turquía.

Para Siria, el establecimiento de una zona de seguridad turca en su territorio se trata de una violación a su soberanía. "La República Árabe Siria expresa su rechazo contundente y absoluto al acuerdo anunciado por los dos ocupadores, estadounidense y turco, sobre la llamada 'zona segura', que representa una agresión escandalosa a la soberanía del territorio sirio", expresaban desde el ministerio de Exteriores en agosto, cuando Turquía anunció su plan, al que comparó con los asentamientos de colonos que Israel construye en territorio palestino.

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