Este año, que está a punto de finalizar, será recordado como el año en el que los británicos decidieron su salida de la Unión Europea y en el que los estadounidenses votaron como nuevo inquilino de la Casa Blanca a Donald Trump, un candidato atípico, polémico y alejado del establishment o de los políticamente correcto. Estas dos votaciones, con resultados sorprendentes, han puesto en duda la legitimidad de las encuestas al tiempo que sus consecuencias tendrán repercusiones más allá de sus fronteras.
Todavía queda un mes y medio para cerrar el año y pueden llegar sorpresas ya que el 4 de diciembre hay una votación en Italia que busca una reforma constitucional. En caso de perderla, Matteo Renzi dimitirá, dando alas al Movimiento 5 Estrellas en el país. Italianos, franceses o alemanes están llamados a las urnas antes de que concluya el 2017 en unas elecciones en las que, además de elegir a sus representantes, también determinarán el futuro de la UE y consolidarán, o no, el rechazo a la globalización y el auge de los populismos.
Los investigadores del Real Instituto ElCano, Miguel Otero Iglesias y Federico Steinberg enumeran los cinco motivos de la "patada" al sistema que supone el triunfo de Trump y Brexit.Declive económico
Los investigadores sostienen que la globalización ha sido un fenómeno beneficioso para la humanidad en su conjunto, pero también es cierto que ha habido una disminución en el nivel de vida de las clases medias en occidentales. Se trata en su mayoría de trabajadores poco cualificados de los países occidentales, que no se están pudiendo adaptar a la nueva realidad económica y tecnológica global y que, al perder sus empleos por la competencia de los productos de países con salarios bajos y ver cómo el Estado del Bienestar no les ayuda lo suficiente, optan por dar su apoyo a quienes prometen protegerlos cerrando las fronteras.
“Esta hipótesis explicaría por qué, por ejemplo, el Frente Nacional francés se nutre cada vez más de votantes socialistas, de clase trabajadora o incluso de clase media, desencantados con las políticas económicas de Hollande, o por qué muchos trabajadores en paro o mal pagados de zonas en declive industrial, tradicionalmente laboristas, apoyaron el Brexit con la esperanza de que una Gran Bretaña fuera de la UE y con mayor margen de maniobra político podría protegerlos mejor de la competencia exterior”, explican.Aumento del racismo y los movimientos xenófobos
El auge de los partidos de extrema derecha en el Norte Europa sucede en países donde los índices de desempleo se sitúan en el 4 por ciento. Pero son naciones que cuentan con una fuerte identidad de la que están orgullosos. En este sentido, consideran que su identidad se está debilitando tras décadas de apertura. ”Los líderes fuertes y con ideas simples y claras- con discursos como el “nosotros contra ellos” - seducen al votante temeroso, alimentando la ilusión de que la respuesta a sus miedos pasa por colocar a un padre protector al frente del gobierno, cuyo máximo exponente sería Putin en Rusia, figura a la que tanto Trump como Le Pen dicen admirar”, señalan.El impacto de las nuevas tecnologías
La llegada de la tecnología ha cambiado nuestras vidas. Los robots está presente en muchos sectores, desde la industria del automóvil y la aeronáutica hasta los astilleros. En el futuro conducirá por nosotros, cocinará y reparará averías en el hogar.
“La llegada de Uber como sustituto del taxi convencional, así como otras aplicaciones, están transformando nuestra vida. Pero justamente este progreso, y lo rápido que avanza, asusta a mucha gente”, indican.
La consecuencia es que existe la sensación de que las nuevas generaciones vivirán mucho peor que las actuales y que los robots están sustituyendo a cada vez más trabajadores. Esta división explica en parte por qué el medio rural haya votado a favor de Trump y el Brexit mientras que las grandes ciudades se hayan decantado por Hillary Clinton y la pertenencia del Reino Unido a la UE. Además, crea una enorme frustración que se traduce con votos de protesta.Crisis del estado de bienestar
En un mundo cada vez más competitivo y globalizado, mantener el gasto social para jubilaciones, educación o sanidad es difícil de mantener. En muchos países europeos, la mayoría de la población considera las pensiones como un derecho adquirido irrenunciable y para protegerlas se plantea como solución levantar aranceles a los productos provenientes de Asia, introducir controles de capital para retener la riqueza dentro el país y aumentar los impuestos para sufragar el gasto social.La crisis de la democracia representativa
El 'no nos representan' toma fuerza, pero no solo relacionada con la clases política, también con economistas, expertos y tecnócratas.
"La deslegitimación de los expertos y los tecnócratas es consecuencia de la falta de soluciones políticas a los problemas de nuestras sociedades. Durante mucho tiempo, los políticos se han escondido bajo el velo de las soluciones técnicas. Han acordado que los bancos centrales sean independientes y encabezados por tecnócratas protegidos del escrutinio público y democrático”, indican en el informe
Todas esas realidades, subrayan Otero y Steinberg, amenazan a la sociedad abierta y al orden internacional de las últimas décadas y que ha generado al calor de la globalización grandes beneficios económicos, pero que ha producido crecientes desigualdades materiales y de oportunidades en las sociedades avanzadas.
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