Más comercio... pero menos con Europa

Las cinco medidas urgentes que tomará Biden para enterrar el legado de Trump

El presidente demócrata, que hoy toma posesión de su cargo, recurrirá a las ‘órdenes ejecutivas’, una figura legal idónea para acabar de un plumazo con los cuatro años de la Administración del magnate.

Europa Press
Recuperar el poder: las primeras cinco medidas urgentes que tomará Biden.
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La solemnidad de la política americana es grandiosa. Tras más de año y medio de 'caucus', primarias, debates, votaciones en 50 estados, designación de presidente electo y juramento ante la Biblia familiar, llegó el momento de que Joseph Biden se convierta, definitivamente, en el 46º presidente de los Estados Unidos. Pero la liturgia aún no ha terminado. Al juramento solemne ante las escalinatas del Capitolio le sigue la 'tregua política' de los 100 días. Una práctica impuesta por Franklin Delano Roosevelt, en 1933, para paliar los efectos del crack del 29 y en la que buscaba la unidad nacional para afrontar las medidas económicas que conformaron el 'New Deal' americano.

La sociedad americana comparece igual de dividida que lo hacía en 1933. Biden tratará de apelar a la polaridad existente y a su superación para decretar las líneas maestras de su mandato y lo hará a través de las ‘órdenes ejecutivas’: una figura legal idónea para acabar de un plumazo con los cuatro años de la Administración de Donald Trump.

Doblar el pulso al coronavirus

Estados Unidos no ha salido precisamente bien parado de la batalla que el mundo entero está librando contra la pandemia. Norteamérica lidera la cifra de contagios y fallecimientos por su causa y ha sido uno de los detonantes que ha llevado a la salida de Trump de la Casa Blanca.

Durante el periodo de tiempo que ha sido presidente electo, Biden se ha preocupado mucho por la situación de los que peor están pasando la crisis. Es precisamente en el campo de la vacunación donde se espera que actúe el nuevo presidente con un anuncio 'estrella'. La creación de un macrocentro estatal de vacunaciones, así como la mayor implicación del Ejército o la Guardia Nacional, tras más de un año de inacción de la anterior Administración, están en el punto de mira de las medidas 'estrella' del demócrata.

La normalización del uso de las mascarillas podría también colarse en la lista de prioridades, a través de la imposición de su uso en los edificios federales o en los viajes interestatales, sobre los que Biden tiene una jurisdicción directa, independientemente del estado en el que se encuentren edificios o pasajeros.

Derechos civiles y minorías

Los episodios de división de la sociedad americana encuentran su máximo exponente en los problemas raciales, que enfrentan a varias minorías presentes en el mosaico social estadounidense. El reconocimiento de derechos, así como la introducción de políticas de discriminación positiva a favor de estos colectivos, figuran en el número uno, y señalado con marcador amarillo, de las listas ‘to do’ de Biden. No en vano, el 87% de los afroamericanos votaron a favor del demócrata, al que exigen liderar el "fin del proceso esclavista" que muchos grupos políticos americanos reivindican como la "gran lacra de la Nación".

Frente a este aluvión electoral afroamericano, se encuentra el 57% de blancos que sí optaron por votar republicano y que vigilarán con lupa cualquier medida que, por positiva que sea, ponga en tela de juicio la igualdad de trato. Un aspecto que siempre se ha exigido a la "mano invisible de Washington". A medio camino entre unos y otros se sitúan los latinos, que también optaron por la opción demócrata en un 66%, frente al 32% que lo hicieron por los republicanos.

Vuelta al Acuerdo de París

Cuando Donald Trump decidió abandonar el acuerdo contra el cambio climático de París no era consciente de la reversibilidad de su acción. El presidente Biden ha reclamado la conveniencia de que Estados Unidos no actúe sólo en todo aquello relativo al cambio climático. Exanalistas de la Secretaría de Energía e incluso Steven Chu, antiguo secretario y Premio Nobel en Física, han asumido que ésta "es una cuestión que supera a Estados Unidos".

Además de retornar al redil, Joe Biden podría poner en marcha una nueva vuelta de tuerca a las medidas energéticas que Donald Trump había dejado en el olvido y que pasan, inevitablemente, por la priorización de las energías renovables frente a las fósiles. Los productores de ‘shale gas’ norteamericanos esperan con temor sus medidas que, dada la situación que viven en la actualidad, podrían suponer una nueva piedra en su negocio.

Diplomacia frente a Defensa

En los últimos años de mandato de la Administración Trump, muchos fueron los que recordaron el triunfo de los halcones frente a las palomas de la época Bush. La prevalencia del Departamento de Defensa frente al de Estado (el Exteriores americano) ha sido patente en todos y cada uno de los días en los que Trump ha estado sentado en el sillón del Despacho Oval.

Sin embargo, su actuación no ha supuesto una mayor intervención de tropas americanas sobre desérticos terrenos. Por el contrario, la diplomacia de la industria de defensa americana ha servido para tejer alianzas, algunas muy inestables, que han cambiado tratados y amistades por tecnología militar. El F35 ha sido el auténtico catalizador del reconocimiento, por parte de muchos países árabes, del Estado de Israel.

Junto a Oriente Próximo, la política de vecindad con México podría ponerse al frente de las prioridades americanas en política exterior. El famoso muro que Trump iba a "hacer pagar a los mexicanos" sin duda estará en la agenda, así como una visita oficial, probablemente de las primeras, que realice el nuevo presidente al extranjero.

Más comercio... pero menos con Europa

Si Biden quiere dejar de una vez de lado la herencia de Trump tendrá que afrontar los litigios que mantiene con China y la Unión Europea en materia comercial. Con respecto a los primeros, sus primeras medidas estarán basadas en la vuelta al diálogo. Estados Unidos se juega no solo miles de millones de dólares en su relación con el gigante asiático. También se libra una dura batalla por la hegemonía en el Pacífico, un hecho que demuestra la importancia de que Estados Unidos prevalezca frente al poderío chino. Sus electores no perdonarían a Biden la sumisión ante Pekín, por lo que se esperan pequeñas negociaciones, con algún golpe de efecto, en lugar de un rápido acuerdo entre las partes.

Algo parecido ocurrirá con respecto al Tratado de Libre Comercio con la UE. Este es uno de los expedientes que se encontrará Biden encima de la mesa. Sin embargo, Europa hace mucho que dejó de ser la gran prioridad de la política comercial americana. El Brexit tampoco ayuda mucho a reforzar la posición de la Unión.

"La primera llamada de Biden no será a Bruselas, será a Londres"

Los grandes ‘sherpas’ de la política bruselense no dudan en apuntar claramente a que "la primera llamada de Biden", como nuevo presidente del país más poderoso del mundo, no será a Bruselas, sino que “tendrá como destino Londres, donde los vínculos comerciales y políticos, son muchos más estrechos que los de la Comisión o el Consejo Europeo”.

Los primeros días de un mandatario al frente de cualquier nación marcan la impronta que dejará al salir del poder. Joseph Biden tiene por delante una importante labor de corte y confección de la política interna y exterior americana. Sus primeros cien días al frente de la principal potencia mundial servirán para hacerse una idea de los 1.360 restantes, siempre que se mantenga una tregua política limitada a esos primeros 100 días. La sombra de Trump es alargada y no parece que esta paz vaya a mantenerse durante mucho tiempo.

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