Rescate en Tailandia: tres niños sin papeles podrían obtener la nacionalidad

  • Tres de los miembros del equipo de fútbol y su entrenador no tienen derecho ni a educación ni a asistencia médica al pertenecer a grupos étnicos.
Fotografía del equipo de fútbol rescatado en Tailandia.
Fotografía del equipo de fútbol rescatado en Tailandia.
EFE.

La pesadilla tocó a su fin con final feliz para los 12 niños del equipo de fútbol y su entrenador atrapados en una cueva del norte de Tailandia. Este jueves, el equipo al completo dio una rueda de prensa asegurando que cuando vieron al primer buzo "fue como un milagro" dando las gracias a la expedición de rescate. Se podría decir que tras 12 días atrapados han vuelto a nacer, pero la realidad para cuatro de ellos seguirá siendo muy dura a no ser que obtengan la nacionalidad tailandesa.

Tres de los niños y el entrenador no tienen la nacionalidad porque pertenecen a diferentes grupos étnicos. Según los registros oficiales de Tailandia, hay al menos 480.000 personas en esta situación, una cifra que se eleva a los 3,5 millones (4% de la población del país) atendiendo a los datos del 'International Observatory on Statelessness'.

Estar viviendo "sin patria" en Tailandia implica multitud de restricciones. Estas personas no pueden acceder a la educación primaria ni a la asistencia médica, tienen restricciones a la hora de viajar y con servicios financieros y tampoco pueden casarse o comprar una propiedad.

Mongkol "Mark" Boonpium (13 años), Adul Sam-on (14) Pornchai "Tee" Khamluang (16) y el entrenador Ekapol Chanthawong (25) se encuentran en esta angustiosa situación.

El caso de todos ellos ha dado la vuelta al mundo hasta el punto de que Hollywood planea la realización de dos películas, pero para estos cuatro integrantes no hay nada más importante ahora que ser nacionalizados.

En la rueda de prensa se anunció que todos ellos ya habían enviado sus solicitudes. Miles de personas en Tailandia piden que se les conceda de inmediato, aunque el Gobierno asegura que si se les concede, se hará en su "debido momento". 

Mención especial para Ekapol, miembro de la minoría étnica Shan que entró en un monasterio budista cuando era niño tras la muerte de sus padres. Al principio fue tildado por algunos como villano por llevar a los niños a la cueva cuya entrada esta prohibida, pero después se convirtió en héroe manteniendo a los niños con vida durante 12 días: les dio su comida, les enseñó a meditar y les indicó las horas a las que debían dormir.

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