Tsipras promete a Europa una Grecia completamente distinta en sólo seis meses

    • Conscientes de la trascendencia de la reunión de este lunes entre el Eurogrupo y Grecia, al menos 25.000 personas se concentraron el domingo por la tarde en Atenas y Tesalónica para apoyar al gobierno de Tsipras.
    • "No necesitamos dinero, no queremos nuevos préstamos de emergencia, lo que queremos es tiempo", ha declarado Tsipras en una entrevista concedida al magacín alemán 'Stern'.

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, se ha mostrado "lleno de confianza" de cara a la reunión de este lunes con los ministros de Economía de la eurozona para renegociar los términos de reajuste de la deuda griega y ha prometido que, si le permiten desarrollar sus planes, Grecia será un país "completamente distinto" en un plazo de seis meses.

"No necesitamos dinero, no queremos nuevos préstamos de emergencia, lo que queremos es tiempo", ha declarado Tsipras en una entrevista concedida al magacín alemán 'Stern', donde ha insistido en que intentará buscar "una solución en la que salga ganando todo el mundo, salvar a Grecia de la tragedia e impedir que Europa se fracture".

A pesar de que el primer ministro anticipó unas "negociaciones difíciles", en particular con Alemania, Tsipras exhibió un tono conciliador a lo largo de toda la entrevista y dedicó un par de cumplidos a la canciller Angela Merkel, con quien mantuvo una reunión a mediados de semana.

"A mí me pareció una mujer perfectamente educada y ni mucho menos tan rigurosa como me esperaba, a tenor de lo que había leído sobre ella en los medios", destacó Tsipras, quien terminó describiendo a su homóloga alemana como "una política pragmática que no tiene el más mínimo interés en poner en peligro el futuro de Europa".Manifestación multitudinaria para apoyar al gobierno heleno

Conscientes de la trascendencia de esta reunión, al menos 25.000 personas se concentraron el domingo por la tarde en Atenas y Tesalónica para apoyar al gobierno de Tsipras la víspera de la reunión.

El miércoles ya se habían manifestado 15.000 personas en la capital griega y 5.000 en Tesalónica para apoyar al nuevo gobierno de izquierda radical.

El nuevo gobierno quiere reemplazar el programa de ayuda al país conducido por acreedores internacionales (BCE, UE, FMI) por medio de un acuerdo puente, seguido de un programa de reformas elaborado con la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE).

"Queremos justicia aquí y ahora, debemos obtener justicia por todo el sufrimiento soportado por Grecia en los últimos cinco años", ha afirmado Théodora, desempleada de 58 años, en la plaza Syntagma en Atenas, en declaraciones recogidas por la prensa griega. "La esperanza ha nacido", ha expresado Sonia, una vendedora helena.

En las banderolas que llevaban los manifestantes se podía leer "Terminemos con la austeridad en Grecia y en Europa", "Terminamos con Merkel, ensayemos la democracia"...

Las manifestaciones se han repetido en otros países europeos. En París, 2.000 personas han respondido a la convocatoria de asociaciones y partidos de izquierda y extrema izquierda. En Marsella se han concentrado unas 400 personas. En Portugal, una pequeña manifestación ha congregado en Lisboa entre 200 y 300 manifestantes.Expectativas bajas de acuerdo entre la UE y Atenas

Los países de la eurozona y Grecia buscarán este lunes algún tipo de acuerdo sobre el futuro del rescate y la deuda helena, aunque las expectativas de alcanzar un compromiso son bajas porque las posiciones políticas están muy alejadas. "No tengo ninguna previsión sobre cuál será el resultado", admite un alto funcionario del Eurogrupo.

Mientras que los Gobiernos de la eurozona y la Comisión quieren que el nuevo Gobierno griego pida una prórroga del actual rescate con sus correspondientes ajustes, el primer ministro heleno lo rechaza. Solicita en su lugar un "programa puente" que le permita revertir las medidas que considera "antisociales" y aligerar la carga de la deuda.

El Eurogrupo de este lunes era el plazo máximo que se había marcado Bruselas para lograr algún acuerdo con Grecia, ya que el programa expira el 28 de febrero y cualquier extensión debe ser ratificada por varios parlamentos nacionales, entre ellos el alemán o el irlandés. Pero ninguna de las dos partes muestra urgencia para encontrar una solución.

Tras el fiasco del anterior Eurogrupo del 11 de febrero, Tsipras acabó aceptando durante la cumbre del día siguiente reanudar el diálogo técnico con la troika, que ha sido rebautizada como "las instituciones" porque los griegos no la quieren como interlocutor de las negociaciones.

Representantes del Gobierno heleno se reunieron el viernes con la Comisión, el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para determinar el "terreno común" entre el actual rescate y el plan de Atenas. Los resultados de este diálogo técnico serán la base de las negociaciones de este lunes.

Desde el Eurogrupo se señala que las condiciones de los rescates, incluido el de Grecia, se han ido modificando y adaptando en cada revisión trimestral según la situación económica y ello se puede hacer también en el marco de la prórroga. El programa de ajuste "no es un libro sagrado que se firma al principio y en el que nunca se cambia ni una palabra, pero la teología se mantiene y también una gran parte", según destacan las fuentes consultadas.

En todo caso, el Eurogrupo admite que no habrá prórroga si Grecia se niega a pedirla. "No es crucial prolongarlo. También se puede acordar que se iniciarán las discusiones para un nuevo programa. Es una posibilidad real que no excluyo", apunta el alto funcionario.

Si no hay acuerdo, a partir del 28 de febrero Grecia dejará de tener financiación de la UE, de la que le quedaba por recibir 1.800 millones de euros del rescate y 1.900 millones de beneficios de la deuda helena que compró el BCE, así como una reserva de 11.000 millones para la banca que no se ha utilizado. Pero todavía contaría con fondos del FMI, cuyo rescate continúa hasta el primer trimestre de 2016, siempre eso sí que cumpla las condiciones.

El Eurogrupo asegura no conocer en detalle las necesidades de financiación de Grecia para este año porque no tiene datos de los ingresos tributarios de diciembre y enero, que según apuntan los analistas han caído considerablemente por la incertidumbre de las elecciones. El ministro de Economía español, Luis de Guindos, afirmó hace unas semanas que Atenas necesita al menos 10.000 millones de aquí a agosto y que sólo la UE está dispuesta a concederle financiación. La cifra que podría haber aumentado considerablemente por el enfrentamiento entre Bruselas y Atenas. Otras fuentes señalan que Grecia sólo tiene dinero para financiarse hasta marzo.

El tira y afloja entre el nuevo Gobierno griego y sus socios europeos podría prolongarse hasta que Atenas encuentre problemas de financiación. La otra clave está en la actitud que adopte el Banco Central Europeo (BCE), que ya ha decidido dejar de aceptar la deuda griega como garantía en sus operaciones de liquidez y ha abocado a las entidades helenas a financiarse con la línea de liquidez de emergencia (ELA, por sus siglas en inglés) facilitada por su banco central nacional.

Esta línea de liquidez de emergencia no está supeditada a que Grecia siga en un programa de rescate, según han explicado fuentes del BCE. Sin embargo, el consejo de gobierno del BCE la revisa cada semana y puede revocarla en cualquier momento por una mayoría de dos tercios, como ya hizo con Irlanda y con Chipre para obligar a los dos países a pedir el rescate.

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