
Triple noche electoral: elecciones municipales, autonómicas y europeas. Difícil de plasmar tanto resultado en directo en un mismo especial de televisión. Así que para poner orden a tal caudal de impactos informativos, las diferentes cadenas han tirado de rotulación, grafismo y realidad aumentada. Pero no todo vale y, este tenso escrutinio, nos deja tres lecciones en narrativas audiovisuales.
1. La realidad aumentada es crucial, pero sin avasallar.
TVE ha acertado a la hora de incorporar una clarificadora realidad aumentada en la pastilla central del suelo del plató. Se aporta un grafismo virtual para ayudar a entender los diferentes juegos de mayorías , pero sin dejar de contextualizar en el ojo del público la situación de los presentadores en el conjunto del decorado.
En TVE, la experiencia de realidad aumentada ha ejercido bien su función de enriquecer el relato y hacer más atractiva la emisión. Y lo ha conseguido sin despistar al espectador, complementando la presencia virtual con las grandes pantallas de fondo del decorado.

No ha sucedido lo mismo en el espectacular especial de Telemadrid donde, de golpe, el estudio se transformaba en la fachada de la Comunidad de Madrid y, por tanto, desaparecía por completo la reconocible línea estética del plató. Había intenciones a valorar, pero tanto efecto especial puede producir lo contrario de lo que se desea. Los efectos especiales deben de aportar un plus a la narración, pero jamás su irrupción puede descolocar al espectador y, por tanto, romper el hilo del relato al desubicar a la audiencia de la línea escénica visual del formato.
2. Clarificar el color.
El especial 'Al rojo vivo' de la noche electoral de La Sexta ha apostado por un nuevo grafismo más limpio con respecto a las últimas elecciones generales. Se ha huido del agresivo rojo que es habitual del formato de García Ferreras para centrarse en pantallas más blancas. Así, como también sucede en el caso del especial de La 1 de RTVE, La Sexta ha bajado el volumen de ruido visual y ha dejado más protagonismo a los diferentes colores que distinguen a cada partido político.
Ante tanto rótulo con información por comunidades autónomas y municipios, era crucial aligerar la presencia de color de la multitud de elementos de sobreimpresión en pantalla. Más tonalidades blancas de fondo han sido una buena opción.

3. Más periodismo que opinión.
TVE, como televisión pública, ha realizado un especial en el que el periodismo ha intentado tener más peso que la opinión. Aunque este objetivo no siempre es fácil de alcanzar en este tipo de emisiones con tanto trajín de datos que se digieren con apasionados estados de ánimo.
Como en las últimas elecciones generales, la cadena pública ha realizado un especial moderno desde su plató de mayor tamaño en el que, además, se ha intentado dar el peso que merece a la fuerza de sus corresponsalías pero aún no se entiende que en unas elecciones autonómicas y municipales RTVE no aproveche con más versatilidad su red de centros. Es una histórica asignatura pendiente.
Televisión Española debe reinventar la poderosa estructura de centros territoriales. No hay tiempo que perder. El futuro de la televisión en directo, la televisión que te acompaña, se sostiene lo próximo. TVE ya tiene una estructura para que lo cercano, a veces, no parezca tan lejano. Esta noche, por momentos, en los especiales de todas las cadenas, parecía que las elecciones municipales y autonómicas sólo se celebraban en Madrid, Barcelona y, otra vez, Madrid.
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